El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha convertido en protagonista de las elecciones legislativas y locales del próximo domingo estableciendo la agenda, hablando a diario de los comicios y presumiendo de su robusta popularidad.

Aunque no aparece su nombre en ninguna de las boletas, los comicios más grandes de la historia del país por número de cargos llevan la etiqueta "AMLO" a diestra y siniestra.

El próximo domingo, 6 de junio, más de 93 millones de mexicanos están llamados a elegir a los 500 diputados federales, 15 de 32 gobernadores estatales, 30 congresos locales y 1.900 ayuntamientos.

Para los expertos, esta contienda, que ya ha dejado decenas de políticos asesinados y un sinfín de acusaciones entre candidatos, permitirá conocer el desgaste del mandatario mexicano y de su partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), hoy con mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.

SIN TAPUJOS

Desde que asumió el poder en diciembre de 2018, López Obrador arrancó con sus conferencias de prensa diarias, las "mañaneras".

Desde las 7.00 de la mañana, el presidente expone a lo largo de unas dos horas sus programas de Gobierno, marca la agenda del día y opina de los temas más candentes.

Esta gran exposición del líder del Ejecutivo ha chocado con la veda electoral que le impide promocionar la acción gubernamental, apoyar candidatos u opinar sobre las elecciones. Incluso varios partidos lo han denunciado ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).

"Todas las mañanas desde Palacio Nacional, haciendo uso y abuso de los recursos públicos, pareciera más el jefe de campaña del partido de Morena que jefe del Estado mexicano, y aquí en nuestro país eso no se puede, está claramente prohibido”, dijo Marko Cortés, líder del conservador Partido Acción Nacional (PAN), el pasado 16 de mayo, tras reunirse con integrantes de la OEA.

Pero haciendo oídos sordos, el presidente ha hablado prácticamente a diario de las elecciones. Por ejemplo, denunció el supuesto uso de vales de comida por algunos candidatos a cambio de votos.

Este tema está siendo investigado por la Fiscalía General en dos candidatos punteros en Nuevo León, pero al ser preguntado si está detrás de la investigación, López Obrador hizo saltar más si cabe las alarmas: "¿Cómo no voy a tener que ver? Claro que sí (...) No podemos ser cómplices del fraude".

CHOQUE CON EL ÁRBITRO

Khemvirg Puente, politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que el presidente ha logrado con "éxito" usar "distintas estrategias" para ser "un protagonista" de los comicios.

En abril, López Obrador convirtió el Instituto Nacional Electoral (INE) en blanco de sus ataques tras la decisión del organismo de cancelar la candidatura de Félix Salgado Macedonio, acusado de abuso sexual, y de Raúl Morón, contendiente de Morena en Michoacán.

"Se trata de democracia y de esto voy a opinar siempre", dijo entonces López Obrador. Posteriormente, sobre los vales de comida, dijo que Lorenzo Córdova, titular del INE, "no es demócrata".

En entrevista con Efe, Córdova recordó que la Constitución establece el principio de "imparcialidad" de todos los funcionarios públicos y reconoció que la ley electoral es muy restrictiva y ha creado un "sistema complejo, incluso abigarrado".

Si tienes "un aparato de comunicación que implica ciertos recursos", tanto federales como estatales, estos "no se pueden poner a disposición de una causa política en específico", apuntó.

POPULARIDAD ROBUSTA

El presidente mantiene un saludable nivel de aprobación, por encima del 50% en todas las encuestas, pese a la polarización que genera en ciertos ámbitos y a la duras críticas que recibe de la prensa.

"La popularidad del presidente difícilmente se traslada de manera automática al mismo nivel de popularidad o fuerza de su partido", indica Guillermo Valdés, socio director de la consultora GEA.

Valdés señala que López Obrador tiene una aprobación por encima del 50% en un sondeo elaborado por GEA-ISA, mientras que la intención de voto para Morena es del 30%.

Ello indica un desgaste del oficialismo en los comicios de mitad de mandato, pero es algo que ya ha ocurrido en anteriores elecciones.

Para Puente, este elevado nivel de popularidad "sorprende" tras el fracaso de la gestión de la pandemia, pues México es la cuarta nación del mundo en número absoluto de decesos.

No obstante, lo atribuye a la cercanía de López Obrador, lejos de estilos pasados y "faraónicos" de gobernar. De esta manera, concluyó Puente, "la agenda de la elección intermedia está determinada desde Palacio Nacional, en las mañaneras, y esto beneficia a López Obrador".