- Expertos en derechos humanos de Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos (OEA) condenaron ayer la “violenta represión de las protestas pacíficas en Colombia” y pidieron a su Gobierno una investigación independiente de los abusos denunciados. “Estamos profundamente consternados por el uso excesivo e ilegal de la fuerza por parte de la policía y los miembros del ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios) contra manifestantes pacíficos, defensores de los derechos humanos y periodistas en varios lugares del país”, señalaron los expertos en un comunicado.

Los expertos afirman haber recibido informes de al menos 26 muertes, 1.876 casos de violencia policial, 216 casos de lesiones, 168 desapariciones, 963 detenciones presuntamente arbitrarias, al menos 12 casos de violencia sexual y alegaciones de tortura, denuncias que pidieron que sean investigadas exhaustivamente.

Expresaron su preocupación por la participación de los militares en la respuesta del Gobierno a estas protestas, iniciadas el 28 de abril en oposición a un proyecto de reforma fiscal planteada por el Gobierno que ya ha sido retirado. Entre los firmantes del comunicado destacan relatores de las Naciones Unidas sobre libertad de asociación (Clément Voule), libertad de opinión (Irene Khan), y miembros del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, entre otros.

También figuran el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, y su homologa para derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, Soledad García.

En el escrito, los expertos rechazaron cualquier intento de estigmatización de los manifestantes, entre ellos pueblos indígenas que han sido acusados de participar armados en las protestas pacíficas.

Por su parte, el embajador de Colombia en España, Luis Guillermo Plata, remarcó ayer que su país “permite la protesta, pero no el vandalismo y el crimen”, y que el Gobierno colombiano no puede permitir que “unos pocos abusando de un derecho de protesta pisoteen el derecho de otros”.

Colombia sigue lidiando con la crisis desencadenada por más de dos semanas de protestas, mientras el Gobierno trata de ceder en algunas de las demandas para apaciguar el descontento social que vive el país e insiste en invitar a una mesa de diálogo a los convocantes del paro nacional.