Un joven afroamericano, Miles Jackson, de 27 años, fue disparado el lunes por la policía en un hospital de Columbus, Ohio. Las imágenes, grabadas desde la cámara corporal de uno de los agentes, fueron filtradas ayer.

El joven se encontraba ingresado en urgencias bajo custodia policial cuando uno de los agentes se percató que portaba un arma en el bolsillo. El vídeo, muestra al joven, que había sido ingresado recientemente, recibir varias descargas táser que le dejaron inmóvil en el suelo.

En mitad del forcejeo la pistola del pantalón de Jackson se disparó. Los cuatro policías recularon y, durante media hora, le pidieron que pusiera las manos en su cabeza.

“Solo estoy asustado, chicos. ¿Si me muevo no me dispararéis?”, preguntó Jackson desde el suelo. Pese a seguir las órdenes, los agentes le acaban matando a tiros.

Horas después de la publicación del vídeo, el jefe de Policía de Westerville prometió investigar el caso y tomar medidas “si existió alguna infracción por parte los agentes”. “He visto las imágenes de la cámara corporal y tengo inquietudes que merecen una revisión adicional”, añadió en sus declaraciones.

Los dos agentes que dispararon, Eric Everhart y David Lammert, serán suspendidos mientras se lleva a cabo una investigación interna sobre el tiroteo, manifestó el departamento. Los otros dos policías implicados fueron considerados para ser sancionados.

La noticia causó diversas manifestaciones en las calles de Columbus, que fueron reprimidas con gas pimienta. Su lema es “todo el sistema es culpable”, en referencia al racismo en la policía.

Es el tercer incidente racial en menos de una semana. El asesinato en Minneapolis de un joven negro a manos de un policía a principios de semana ha hecho resurgir las protestas de Black Lives Matter en todo el país, que reclaman un reforma estructural de la policía para evitar las conductas racistas.

Los hechos ocurridos provocaron un descontento y malestar en la población, especialmente en los afroamericanos. Una vez más se deja en evidencia el racismo aún existen en la población estadounidense.