- Un policía falleció y otro resultó herido tras ser atropellados y atacados con un cuchillo el viernes por un asaltante que fue mortalmente abatido junto al Capitolio de EEUU, en un trágico suceso que la Policía en un principio no consideraba terrorismo y que se produce apenas tres meses después del asalto violento al Congreso.

Según explicó ayer la Policía, el atacante embistió su coche contra una barrera de seguridad junto al Capitolio, salió del vehículo con un cuchillo en la mano y corrió a atacar a los dos agentes.

“Con gran tristeza anunciamos que uno de los agentes ha sucumbido a sus heridas”, anunció Yogananda Pittman, jefa interina de la Policía del Capitolio, en rueda de prensa para comentar lo sucedido.

Pittman explicó que el atacante -que fue más tarde identificado por medios locales como Noah Green, de 25 años- fue disparado por los agentes tras salir del vehículo y esgrimir un cuchillo de manera “agresiva” contra ellos. Murió poco después en un hospital de Washington.

Las autoridades afirmaron en un primer momento que la amenaza de seguridad ya había concluido y que el suceso “parecía” no tener relación con un acto terrorista.

Justo después de la una de la tarde, la Policía del Capitolio enviaba un mensaje a las oficinas de los congresistas en el que alertaba de “una amenaza de seguridad externa” y señalaba que las instalaciones quedaban clausuradas. Inmediatamente, se produjo un enorme despliegue policial y de seguridad en los aledaños del Capitolio, en el centro de la capital estadounidense.

El Congreso se encuentra en receso por las vacaciones de Semana Santa, por lo que los legisladores y senadores no se encontraban en su interior y las instalaciones estaban prácticamente vacías.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, afirmó que “la Guardia Nacional debería quedarse todo el tiempo que fuese necesario”.

Por su parte, Green, el joven de 25 años considerado como responsable del atropello a la Policía del Capitolio del pasado viernes, se identificó previamente como seguidor del grupo radical conocido como la Nación del Islam, liderado por el polémico ministro Louis Farrakhan.

En su web de Facebook, Green se declaró integrante de esta organización, descrita por la asociación de derechos civiles Southern Poverty Law Center (SPLC) como un “grupo de odio” distinguido por su ideología antisemita. “Mi fe es una de las únicas cosas que ha sido capaz de llevarme a través de estos tiempos y mi fe se centra en la creencia en el Honorable Ministro Louis Farrakhan como Jesús, el Mesías, el último recordatorio divino entre nosotros”, escribió Green en su página.

Era adicto a el medicamento sicotrópico Xanax por lo que sufría alucinaciones, palpitaciones cardíacas, dolores de cabeza y pensamientos suicidas, relató su hermano Brendan. Añadió que la mente de su hermano “no parecía estar bien”.