- El caso de George Floyd es excepcional: el vídeo escalofriante de su muerte despertó conciencias y movilizó la opinión pública de Estados Unidos ante la violencia policial contra los negros, que ahora esperan obtener justicia en el proceso que comienza mañana contra el expolicía blanco Derek Chauvin.

“Este es el juicio más grande que Minesota ha visto jamás”, dijo Mary Moriarty, quien entre 2014 y 2019 fue la jefa de los abogados de oficio del condado de Hennepin, que incluye a la ciudad de Mineápolis, escenario de este esperado juicio.

Chauvin está acusado de tres cargos de asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años; y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad. “Es la primera vez que un policía blanco es acusado del delito de asesinato por la muerte de un afroamericano en Mineápolis y en Minesota”, aseguró Moriarty.

“A diferencia de otros casos, el de Floyd fue grabado en un vídeo que duró ocho minutos y no una fracción de segundo, como otras veces. Era realmente duro ver el vídeo y cambió la opinión pública, incluyendo la opinión de la población blanca, que estaba horrorizada. Y políticamente eso hacía más probable que este caso acabara en juicio y en cargos contra el policía”, manifestó Ross.

Chauvin fue grabado por cámaras de seguridad y móviles de transeúntes mientras presionaba con su rodilla durante 8 minutos y 46 segundos el cuello de Floyd, quien esposado y tendido en el suelo llamó a su madre y repitió: “¡No puedo respirar!”.

La participación masiva de la población blanca en las protestas “legitimó” lo que la comunidad afroamericana ya sabe y ha sufrido en sus propias carnes durante décadas, opinó en declaraciones el filósofo Yancy George, profesor en la universidad Emory de Atlanta.

Para la comunidad negra en EEUU, el no puedo respirar de Floyd, que ya gritó Eric Garner en Nueva York en 2014, abarca una gran cantidad de experiencias y sentimientos.

“Es una expresión que habla del hecho de que el Estados Unidos blanco tiene su rodilla en nuestros cuellos. Se ha convertido en un símbolo de cómo se considera que nuestras vidas no tienen valor y cómo nuestra capacidad de respirar está en peligro desde 1619”, cuando los primeros esclavos llegaron al país, afirmó George.

La protestas por la muerte de Floyd, las más numerosas desde el asesinato de Martin Luther King Jr., ya han cambiado a EEUU y la cuestión ahora es ver qué rumbo toma el país, algo que podría decidir el juicio que empieza mañana lunes, dijo el profesor de estudios afroamericanos de la universidad de Villanova, Vincent Lloyd.

Si Chauvin es condenado por asesinato, apuntó Lloyd, será una “señal” de que los tiempos están cambiando.