- La líder de la oposición de Bielorrusia, Svetlana Tijanovskaya, abogó ayer por seguir la lucha en las calles contra el Gobierno de Alexander Lukashenko, seis meses después de que el veterano dirigente revalidase su mandato en unas elecciones que no han reconocido ni los movimientos opositores internos ni actores como la Unión Europea.

La Comisión Electoral concedió la victoria a Lukashenko al atribuirle más del 80% de los votos, mientras que Tijanovskaya ni siquiera llegaba al 10% en los resultados oficiales. La oposición, que denunció fraude, inició entonces las mayores movilizaciones recientes en la exrepública soviética. “El pueblo bielorruso no ha cedido y no cederá”, proclamó Tijanovsakaya, después de celebrar una reunión telemática con representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Las protestas, sin embargo, han perdido fuelle y ya no concentran a los cientos de miles de personas que se movilizaron las semanas inmediatas a la jornada electoral.

Tijanovsakaya, que escapó a Lituania tras la polémica electoral, pidió más apoyo por parte de la OSCE y alertó de la situación en que se encuentran quienes siguen detenidos en Bielorrusia. En diciembre, la ONU estimó que más de 27.000 personas habían sido detenidas desde las elecciones.

Lukashenko ha permanecido ajeno a las críticas y, después de tomar posesión de su actual mandato en una ceremonia secreta, ha descartado cualquier concesión a la oposición, a la que ha acusado de servir de títeres a las maniobras de intereses extranjeros.