- Los talibán advirtieron ayer a Estados Unidos sobre la posibilidad de “una gran guerra” en caso de que en mayo no retire sus tropas, como figura en el acuerdo de paz firmado en febrero de 2020 entre Washington y los insurgentes.

El portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, John Kirby, afirmó en enero que la salida prevista de las tropas estadounidenses de Afganistán podría detenerse, puesto que “los talibán no están cumpliendo” con su parte del acuerdo de paz.

“Dios no lo quiera, pero si el acuerdo de Doha es violado, habrá un peligroso recrudecimiento del que el lado opuesto será responsable”, sostuvieron los talibán en un comunicado.

En esta situación, tres responsables talibán confirmaron a NBC News que decenas de combatientes interrumpieron su tradicional descanso de la campaña invernal para regresar a sus posiciones dada la posibilidad de que las fuerzas estadounidenses no se retiren en mayo.

“Se ha ordenado a altos mandos y gobernadores que regresen a sus posiciones y asistan a sesiones especiales para definir una estrategia futura”, indicó un comandante talibán en la provincia de Helmand.

Entre estas “múltiples cuestiones” que los líderes del movimiento debían abordar, se encontrarán el “punto muerto” en las conversaciones de paz con el Gobierno afgano y las dudas sobre el futuro planteadas por la nueva Administración Biden.

En este sentido, los insurgentes apuntaron que el acuerdo se logró “tras esfuerzos considerables y discusiones de los grupos negociadores del Emirato Islámico y de EEUU, y sirve al marco racional y duradero para resolver el conflicto”.

“La nueva Administración debe poner fin a nuevas inversiones en la continuación de la guerra, en los señores de la guerra y en personas corruptas”, dijeron, e hicieron hincapié en que el grupo “ha demostrado su compromiso” con el pacto, algo puesto en duda desde Washington.

Afganistán ha experimentado un repunte de la violencia durante los últimos meses a pesar del acuerdo entre los talibán y EEUU y de las conversaciones de paz entre el grupo y el Gobierno afgano, cuyas delegaciones pactaron en diciembre la “hoja de ruta” para el proceso.

En este contexto, el jueves murieron al menos 20 miembros de las fuerzas de seguridad afganas en ataques de los talibán.

Actualmente 2.500 soldados estadounidenses están desplegados en Afganistán. Kirby recalcó que estos militares son suficientes para hace cumplir la misión antiterrorista que Washington afirma estar llevando a cabo en el país.