Perfil

- De bloguero a abogado anticorrupción, de organizador de las mayores protestas desde la caída de la URSS a preso político. El líder opositor, Alexéi Navalni, se ha ganado a pulso en diez años de actividad política la vitola de enemigo público número uno del presidente ruso, Vladímir Putin.

Navalni fue condenado ayer a tres años y medio de cárcel en un juicio tachado de proceso político. Después de años de encontronazos, en agosto de 2020 las autoridades decidieron eliminar al político ruso con mayor tirón en Occidente. La operación de los servicios especiales salió mal y Navalni volvió a mediados de enero a Rusia para desafiar a Putin.

“Putin ordenó mi asesinato”, dijo Navalni tras recuperarse en Alemania del envenenamiento con un agente tóxico. Pero el Kremlin le estaba esperando. Las autoridades aprovecharon ayer la negativa de Navalni a personarse ante la autoridades por un antiguo caso penal para enviarle a prisión.

Navalni era el opositor con más gancho electoral, pero tras ser víctima de un intento de asesinato a manos del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) se convirtió en una celebridad.

Todo comenzó en Yábloko, de donde Navalni fue expulsado por sus ideas nacionalistas. Pero en las elecciones parlamentarias de 2011 logró organizar las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la URSS al grito de “Rusia sin Putin”.

Al año siguiente dio el gran salto a la política al presentarse a las elecciones a la Alcaldía de Moscú, donde logró casi un tercio de los votos, un hito sin precedentes para la oposición.

El opositor ha sacado a la luz las vergüenzas del Kremlin, a los que denuncia en las redes sociales. Navalni ya no era sólo un incordio, sino una amenaza. Desde entonces, fue condenado a sendas penas de cárcel por presuntos delitos económicos, que le inhabilitaron como candidato al Kremlin, y ha sido atacado en varias ocasiones, la última de las cuales casi le cuesta la vida.

Ni esos ataques ni la condena de ayer, han impedido que Navalni se haya convertido en el faro de la conocida como primera generación libre de la historia de Rusia.