- Miles de soldados armados de la Guardia Nacional son desplegados estos días en Washington para reforzar la seguridad con motivo de la celebración de la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, que tendrá lugar el próximo miércoles 20 de enero.

Después de las críticas recibidas por la escasa seguridad del Capitolio con motivo del asalto del pasado 6 de enero, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad ante la posibilidad de que se produzcan disturbios.

El edificio, que es la sede del poder Legislativo estadounidense, fue asaltado la semana pasada por seguidores del presidente saliente de EEUU, Donald Trump, justo en el momento en el que se llevaba a cabo la sesión para confirmar el triunfo de Biden en las presidenciales de noviembre.

Unos 21.000 efectivos de la Guardia Nacional han sido ya desplegados en Washington y varias calles en torno al Capitolio han sido ya cerradas.

El FBI, que ha establecido una oficina específica para evaluar posibles amenazas, ha identificado hasta el momento a unos 200 sospechosos de participar en los actos violentos del pasado miércoles. Además, el director del FBI, Christopher Wray, informó el jueves de la detención de más de cien personas sospechosas de participar en el asalto al Capitolio la semana pasada. “Nuestra postura es agresiva y se mantendrá así durante la toma de posesión”, enfatizó Wray en relación a la cercana investidura de Biden, durante una rueda de prensa en la que estuvo presente el vicepresidente de EEUU, Mike Pence.

Wray, cuyo bajo perfil tras el asalto ha sido ampliamente criticado por algunos de los anteriores responsables del FBI, explicó que entre esas “otras actividades” que están investigando se encuentran “una gran cantidad de conversaciones preocupantes” en redes sociales en relación a la toma de poder de Biden.

“Cualquiera que planee o intente cometer actos violentos en la próxima semana debería contar con una visita”, advirtió Wray, quien afirmó que, en colaboración con el resto de agencias de seguridad estadounidenses, harán “todo lo posible para garantizar una transición de poder sin problemas”.