- El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, anunció ayer a los miembros clave de su equipo de salud, encabezado por el actual fiscal general de California, Xavier Becerra, que será el encargado de liderar la respuesta contra la pandemia.

El Caucus Hispano en el Congreso de EEUU (CHC) se congratuló de la elección. El político hispano, con una amplia experiencia en el Congreso de EEUU, fue nominado para ser secretario de Salud y Servicios Humanos y trabajará junto Anthony Fauci, que mantendrá su actual cargo de director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIH, en inglés), pero será además el asesor médico jefe de Biden sobre la covid.

Becerra tiene más de 20 años de experiencia legislativa, llegó a ser el hispano con mayor rango en el Congreso, ayudó a impulsar la aprobación de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, más conocida como Obamacare, y lideró el mes pasado la defensa de esta ley en la Corte Suprema.

Si es confirmado por el Senado, Becerra será el primer latino en dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

El nombre del fiscal de raíces mexicanas sonó previamente para dirigir el Departamento de Justicia y el de Seguridad Nacional, aunque finalmente encabezará el de Salud, donde trabajará mano a mano con la que será la nueva directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Rochelle Walensky.

Biden nombró además a Vivek Murthy como cirujano general, a Marcella Núñez-Smith nueva presidenta del Grupo de Trabajo sobre la covid-19; Jeff Zients como coordinador del Equipo de Respuesta a la covid-19 y consejero del presidente y Natalie Quillian como coordinadora adjunta de respuesta ante la pandemia.

Fauci, el mayor experto del país en enfermedades infecciosas y asesor de seis presidentes, incluido Trump, con el que ha mantenido notorias divergencias sobre la estrategia para combatir la pandemia, seguirá siendo con Biden una “voz esencial” para informar al público y ayudar a la comunidad científica y la Casa Blanca.

El presidente electo destacó el “nivel de integridad, rigor científico y experiencia en manejo de crisis” del nuevo equipo, elegido para encarar uno de los “desafíos más difíciles” del país: “controlar la pandemia para que el pueblo estadounidense pueda regresar al trabajo, recuperar sus vidas y reunirse con sus seres queridos”.

Estados Unidos se aproxima rápidamente a los 15 millones de contagiados y los 300.000 muertos por la enfermedad de la covid-19, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

Además, ayer, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, abogado personal del presidente saliente, fue hospitalizado tras conocerse el domingo que había contraído la covid-19.

Fue el propio Trump quien dio la noticia de que su abogado personal se había contagiado.

“Rudy Giuliani, de lejos el mejor alcalde en la historia de Nueva York, y que ha estado trabajando incansablemente exponiendo las elecciones más corruptas (¡de lejos!) en la historia de los EEUU, ha dado positivo para el virus de China. Mejórate pronto Rudy, ¡¡¡seguiremos adelante!!!”, escribió el domingo Trump en su Twitter.

Ese mismo día, Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente, dio también positivo por coronavirus.

Limar asperezas. El ministro Exteriores de China, Wang Yi, ha expresado la necesidad de que los gobiernos de Pekín y Washington trabajen “para eliminar todo tipo de barreras” que entorpezcan la reconstrucción de una relación basada en el diálogo y la cooperación. “Debemos esforzarnos por volver al camino correcto y reconstruir la confianza”. Sus palabras llegan tras meses de una relación que parecía enquistada, después de que la Administración Trump, mantuviera un discurso hostil hacia China, responsabilizándolos de ser los responsables directos de la crisis sanitaria global. El ministro de Exteriores chino ha explicado que el deterioro de las relaciones se ha debido a la “mentalidad anticuada, propia de la Guerra Fría, así como de prejuicios ideológicos” que ha mostrado EEUU. Pero las relaciones entre Washington y Pekín, ya estaban enturbiadas por una disputa comercial y tecnológica, así como por intereses estratégicos a nivel mundial.