- El expresidente de Bolivia Evo Morales volvió ayer a El Alto, la ciudad vecina de La Paz, que supone su bastión político en el occidente boliviano, en una primera visita a esa urbe desde su retorno al país el pasado 9 de noviembre, para la coordinación política de su partido hacia las elecciones subnacionales.

Miles de seguidores del exmandatario, sobre todo campesinos e indígenas que llegaron desde otras provincias, le recibieron en el aeropuerto de El Alto para luego trasladarse a una avenida en la zona alteña Santa Rosa donde se realizó un mitin del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS).

Morales reiteró que el litio boliviano fue el motivo del “golpe de Estado” del que fue víctima en la crisis política desatada tras las sospechas de fraude en las elecciones de 2019, una denuncia que ha hecho de forma recurrente desde entonces.

También agradeció a El Alto por el apoyo al MAS en las recientes elecciones generales, que ganó con el 55,1% de la votación en Bolivia y con un 77% en esta urbe del altiplano, donde buena parte de la población es indígena emigrada del campo.

Morales salió de Bolivia el 11 de noviembre de 2019, un día después de anunciar su renuncia asegurando que era forzado por un supuesto golpe de Estado, en medio de denuncias de fraude a su favor en las fallidas elecciones de octubre de ese año.

El exgobernante estuvo primero en México y luego en Argentina, desde donde dirigió la campaña electoral del MAS en los comicios del pasado 18 de octubre. Tras regresar a Bolivia el pasado 9 de noviembre, Morales reasumió la presidencia del MAS y está dedicado ahora a organizar las candidaturas y la campaña para los comicios subnacionales previstos para el 7 de marzo de 2021. Para ello, el exmandatario tiene reuniones con la militancia. En la primera reunión, Morales fijó la meta de ganar siete de las nueve gobernaciones bolivianas y al menos 300 de los 337 municipios en disputa, aunque ahora quiere lograr “todas las alcaldías de Bolivia” para dejar sin concejales a los partidos opositores.