- El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, rechazó ayer dimitir pese al aumento de las presiones por las multitudinarias protestas en las calles de Bangkok para exigir reformas democráticas en el país.

El mandatario, que compareció por primera vez desde la declaración del estado de emergencia severo ayer, dijo que los manifestantes detenidos, entre ellos varios líderes, tampoco serán liberados, tal y como reclaman los asistentes a las protestas. El decreto de emergencia prohibe las reuniones de carácter político de cinco o más personas, entre otras medidas.

El primer ministro, conocido por su carácter iracundo, apuntó que de momento no valora imponer el toque de queda nocturno, pero que podría ser una opción de continuar las protestas.