- Los manifestantes salieron ayer a las calles de Louisville por segunda noche consecutiva para protestar por el caso de Breonna Taylor, una mujer negra tiroteada en su propia casa, después de que los agentes implicados en su fallecimiento no hayan sido imputados por su muerte.

Hasta el momento, las protestas se han desarrollado de manera pacífica, aunque, en un momento dado, un grupo de manifestantes abandonaron la marcha y se encararon a un grupo de personas vestidas con ropa de estilo militar y que portaban rifles. Los participantes en la marcha reivindicaron que “las vidas negras importan” (Black Lives Matter)y “sin justicia, no habrá paz” mientras rodeaban al grupo, trasladó la cadena de televisión CNN.

Además, la Policía de Louisville, localidad ubicada en el estado de Kentucky, informó a través de Twitter de que una multitud había sido declarada “asamblea ilegal” porque los manifestantes “han roto ventanas” en una calle antes de la entrada en vigor del toque de queda a las 21.00 horas (hora local).

En este sentido, el alcalde de la ciudad, Greg Fischer, anunció la extensión del toque de queda, en un principio vigente durante tres días, hasta el fin de semana, en previsión de la celebración de nuevas marchas y movilizaciones.

Los manifestantes tomaron las calles de Louisville y de otras ciudades estadounidenses, como Washington, Nueva York, Atlanta, Denver, Columbus o Filadelfia, este miércoles y, durante las protestas, se vivieron momentos de tensión y se registraron choques entre manifestantes y Policía. En Louisville, epicentro de la ola de indignación por el caso Taylor, dos agentes de Policía fueron heridos de bala y más de cien personas fueron detenidas.