- El líder opositor ruso Alexéi Navalni recibió el martes el alta tras 32 días de tratamiento, de los que ha pasado 16 en coma inducido. Mientras la clínica berlinesa de la Charité, donde estaba ingresado desde el 22 de agosto, informó ayer de la noticia y aseguró que confía en la pronta y plena recuperación de sus capacidades, persisten las incógnitas sobre el envenenamiento del paciente.

En el Gobierno alemán, su portavoz, Steffen Seibert, expresaba su “alivio” por la situación del líder opositor ruso, cuyo traslado a Berlín había organizado la ONG Cinema por Peace, a instancias de la familia y el equipo de Navalni, y autorizado por el Ejecutivo de Angela Merkel.

La fuente gubernamental declinó, sin embargo, hacer comentario alguno sobre el destino o paradero actual del líder opositor, de cuyo envenenamiento sigue esperando Berlín un “esclarecimiento” por parte de Moscú.

Navalni llegó a la capital alemana en estado crítico y tras un tira y afloja con el hospital siberiano en el que ingresó en estado crítico, unos días después, el equipo la Charité y expertos del Ejército alemán testificaron que había sido envenenado por un agente nervioso militar de tipo Novichok. Posteriormente, científicos franceses y suecos analizaron las pruebas y corroboraron la hipótesis alemana.

La canciller alemana, Angela Merkel, instó entonces a Moscú a esclarecer lo que calificó de “intento de asesinato por envenenamiento”. No obstante, las autoridades rusas negaron la versión europea y llegaron a calificarla de “conspiración de Occidente”.