- Las autoridades de Estados Unidos expulsaron al menos a 8.800 menores indocumentados que viajaron solos hasta la frontera con México durante la pandemia, unas cifras que hasta ahora se desconocían y que el Gobierno desveló este viernes.

Además de esos 8.800 menores, EEUU deportó a otros 7.600 miembros de lo que las autoridades llaman “unidades familiares”, es decir, adultos que les acompañan. En todo caso, el número total de personas mayores de 18 años que la Policía expulsó fue de 159.000.

EEUU negó el asilo a esos migrantes en virtud de una normativa que entró en vigor en marzo e impide a los indocumentados solicitar asilo, al mismo tiempo que autoriza a los agentes migratorios a expulsarlos inmediatamente sin oportunidad de que un juez evalúe su caso.

Esa nueva norma fue aprobada “en interés de la salud pública”, según figura en el texto, aunque grupos como la Unión para las Libertades Civiles en América denuncian la violación de derechos humanos que supone, ya que migrar es un derecho, y no un delito.

La Administración del presidente Donald Trump hizo esa revelación en unos documentos judiciales que interpuso en la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede central en San Francisco (California) y con los que busca anular el fallo del juez Dolly Gee, del tribunal federal de Los Ángeles.

Ese magistrado dictaminó la semana pasada que el Gobierno no puede retener a los menores en habitaciones de hoteles antes de expulsarlos.

Durante la pandemia, el Ejecutivo estadounidense ha utilizado esa estrategia para detener a los menores migrantes, que anteriormente eran enviados a unos albergues, mientras que los adultos eran arrestados mientras un juez examinaba su petición de asilo. Actualmente, los migrantes son detenidos en hoteles y, posteriormente, deportados.