- El Kremlin denunció ayer la supuesta “conspiración occidental” por la que varios países de la UE y la OTAN le culpan del presunto envenenamiento del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, con Novichok, una sustancia tóxica. Su peligrosidad llega a tal punto que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) está haciendo un seguimiento del caso después de que Alemania asegurase tener “pruebas inequívocas” del envenenamiento. Dmitri Peskov, portavoz del Gobierno ruso, apuntó que “no hay motivos para ajustar a Rusia”. De este modo, Moscú intentó quitar hierro a las acusaciones de Berlín y se negó a responder por el “crimen”, como le exigió ayer la canciller alemana, Angela Merkel, hasta que los médicos alemanes no le entreguen todos los datos de los análisis toxicológicos.

Mientras tanto, los médicos rusos desmienten las conclusiones del informe alemán. “En las primeras ocho horas de estancia del paciente se le realizaron análisis químico-toxicológicos en tres laboratorios independientes. No se halló ni en la sangre ni en la orina ningún tóxico, incluido venenos potentes como los organofósforos”, señaló Alexandr Sabáev, toxicólogo jefe del hospital de Omsk. Además, insistió en que si el paciente hubiera sido envenenado con Novichok, el resto de pasajeros del avión en el que Navalni viajaba en el momento en el que se encontró mal hubieran sufrido las consecuencias del agente tóxico.

En la misma línea se manifestó uno de los científicos que participó en el desarrollo de Novichok en tiempos soviéticos, Vladímir Uglev: “Nunca he podido hablar con alguno de los afectados. En todos los casos tuvieron un desenlace fatal. Sin quererlo ni beberlo, Navalni cayó y entró en coma. Eso no pasa con el Novichok”.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, aseguró ayer que los servicios de Inteligencia de su país interceptaron una conversación entre Berlín y Varsovia que demuestra que las acusaciones del Gobierno de Merkel sobre el envenenamiento a Navalni son una “falsificación”. Este asunto fue tratado ayer en la reunión que mantuvieron en Minsk.