- El líder de la oposición rusa desde hace años, Alexei Navalni, se encuentra en coma y en estado grave en un hospital de la ciudad siberiana de Omsk en el que ha sido ingresado de urgencia después de que haya sido presuntamente envenenado.

El político se empezó a encontrar mal de manera repentina durante su vuelo de regreso a Mosú desde la ciudad siberiana de Tomsk. Debido a su preocupante y rápido deterioro físico durante el viaje, el avión tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Omsk para que fuese trasladado de inmediato en ambulancia.

En cualquier caso, el médico responsable de su atención, Anatoli Kalinichenko ha apuntado a que los síntomas que presenta Navalni no necesariamente son resultado de un envenenamiento. “No hay ninguna certeza hoy de que la causa de su estado sea una intoxicación”, ha sostenido.

La portavoz de Navalni, que lo acompañaba durante el vuelo, supone que “habrá sido envenenado con alguna sustancia añadida a su té, lo único que tomó por la mañana”, concretamente en la cafetería del aeropuerto. La portavoz añadió que “los médicos dicen que la toxina se asimiló más rápido con un líquido caliente”.

El caso de Navalni recuerda al de otros disidentes rusos envenenados en los últimos años. En 2006, el antiguo agente del servicio secreto Alexander Litvinenko falleció tras haber tomado un té que contenía la toxina radioactiva polonio-210, durante una reunión en Londres. También en suelo británico, el antiguo espía convertido en agente doble Sergei Skripal y su hija fueron hallados inconscientes en marzo de 2018 frente a su residencia en Salisbury después de haber sido envenenados con un agente nervioso. Si bien ambos consiguieron sobrevivir, el Reino Unido responsabilizó a las autoridades rusas del envenenamiento.