- El Tribunal Especial para el Líbano (TEL) sentenció ayer que “no recibió ninguna prueba de la participación directa” del Gobierno de Siria o de algún dirigente del grupo chií libanés Hizbulá en el atentado terrorista que acabó con la vida del ex primer ministro libanés Rafic Hariri (primer ministro entre 1992 y 1998, y entre 2000 y 2004), además de las de otras 21 personas. Asimismo, condenó a uno de los cuatro sospechosos, Salim Jamil Ayyash, y absolvió a los otros tres.

Durante la lectura de la sentencia por el asesinato de Hariri hace 15 años en Beirut, el juez presidente de la sala, David Re, dijo que “Siria y Hizbulá pueden haber tenido motivaciones” políticas en la muerte del ex primer ministro pero que, desde que la Corte abrió sus puertas en 2009, no recibió ninguna evidencia que pruebe su participación. El tribunal juzgó el ataque en el que murieron 22 personas el 14 de febrero de 2005 y en el que hubo también 231 heridos.

Según la sentencia, el condenado tuvo un papel “secundario”, pero ninguno de los sospechosos iniciales estaba en la cadena de mando y no hay nadie acusado de ser el autor intelectual.

Un joven palestino de 22 años se presentó tras el atentado, en un mensaje de vídeo grabado, como Ahmad Abu Adass, y explicó que se había inmolado en un camión que contenía al menos una tonelada de explosivos en el centro de Beirut. Lo hizo, dijo, en nombre de una organización fundamentalista totalmente desconocida denominada “Victoria y Yihad en la Gran Siria”.

No se espera que hoy se anuncie la pena que tendrían que cumplir los acusados de ser declarados culpables, aunque sí se conocerá el nivel de su participación en la preparación del atentado terrorista.

El presidente libanés, Michel Aoun, ya ha avanzado que aceptarán el fallo del TEL, si bien ha incidido en que “la justicia tardía no es justicia”. Hezbolá, por su parte, ha anticipado una “injusta condena” y ha insistido en la inocencia de sus “hermanos”.