El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha asegurado que organizaciones australianas, que incluyen gobiernos locales, empresas y agencias y departamentos del Gobierno central --todos con datos económicos y personales confidenciales--, son actualmente objetivo de ataques llevados a cabo por un 'hacker' estatal sofisticado que se encuentra fuera del país.

Así, Morrison ha afirmado que su Gobierno no iba a dar el paso de "hacer una atribución pública" de los ataques o de concretar en qué país está ubicado el 'hacker' en cuestión, pero fuentes gubernamentales citadas por la cadena ABC han confirmado que creen que se trata de China.

"Lo que sí confirmo es que no hay un gran número de actores estatales que puedan dedicarse a este tipo de actividad", ha agregado Morrison, que ha enfatizado que los ataques "no acaban de empezar".

Según el primer ministro, las amenazas contra Australia en este sentido son "constantes y continuas" y esta acumulación requiere de una advertencia "firme" dirigida al Gobierno y a los sectores privados para que endurezcan sus defensas.

"Esta actividad está dirigida a organizaciones australianas en una amplia gama de sectores, incluidos todos los niveles de gobierno, industria, organizaciones políticas, educación, salud, proveedores de servicios esenciales y otros operadores de infraestructura crítica", ha insistido.

Asimismo, Morrison ha especificado que, hasta ahora, no parece que haya habido ninguna violación "a gran escala" de información personal, pero ha incidido en describir el ataque como "malicioso".

"Es por eso por lo que estamos planteando este asunto, para crear conciencia sobre este importante tema", ha alertado. "Para alentar a las organizaciones, particularmente las que se dedican a la salud, la infraestructura crítica y los servicios esenciales a que reciban asesoramiento experto e implementen defensas técnicas para frustrar esta actividad cibernética maliciosa", ha pedido.

TENSIONES

La ministra de Exteriores de Australia, Marise Payne, acusó esta semana al Gobierno chino de impulsar una "infodemia" y de contribuir a la creación de un clima de "miedo y división" sobre la pandemia del coronavirus. En este sentido, alertó de la utilización de la redes sociales por parte de Rusia, China y Turquía para difundir "desinformación sobre la covid-19.

La tensión ha aumentado entre los dos países, especialmente después de que Canberra instara a abrir una investigación independiente sobre el origen del coronavirus, que se detectó por vez primera en diciembre en la ciudad de Wuhan. Desde entonces, Pekín ha tomado medidas contra el Gobierno australiano, ya sea en sectores comerciales o turísticos.