- El presidente de EEUU, Donald Trump, presionó el miércoles con cerrar el Congreso si este sigue sin reunirse por la pandemia del covid-19 para poder nombrar cargos sin la supervisión del Legislativo.

Trump apeló a un poder constitucional nunca antes utilizado para amenazar con cerrar la Cámara Baja y el Senado si estos no acuerdan reunirse o suspender su actividad por iniciativa propia.

“La práctica actual de abandonar la ciudad (Washington) mientras se realizan sesiones falsas pro forma es un incumplimiento del deber que el pueblo estadounidense no puede permitirse durante esta crisis. Es una estafa. Lo que hacen es una estafa y todos lo saben”, dijo Trump durante una rueda de prensa.

El hecho de que el Congreso siga formalmente abierto aunque sin actividad no permite a Trump nombrar a cargos automáticamente. Trump culpó a la oposición demócrata de la parálisis y dio por hecho que el Senado, controlado por los republicanos, estará de acuerdo con suspender sus actividades para darle ese poder.

“Si la Cámara Baja (en manos demócratas) no acepta esa suspensión ejerceré mi autoridad constitucional para cerrar ambas cámaras”, advirtió Trump, al afirmar que el Gobierno “necesita” que los congresistas vuelvan al trabajo.

“Ellos lo saben, han sido advertidos y se les está advirtiendo ahora mismo. Si no lo aprueban, entonces tomaremos ese camino y probablemente nos llevarán a los tribunales y ya veremos quién gana”, añadió el presidente.

Trump explicó que hay 129 cargos esperando la aprobación del Senado para asumir sus puestos, algunos, dijo el mandatario, vitales para ayudar en la pandemia del covid-19 como el director de la Inteligencia Nacional o subsecretario de Agricultura encargado de los programas alimenticios.

El Senado no tiene previsto reunirse hasta el 20 de abril, pero la Cámara Baja hasta el 4 de mayo.

Pese a su falta de actividad, los congresistas fueron capaces de negociar, legislar y aprobar a finales de marzo el paquete de estimulo económico de 2,2 billones de dólares para responder al covid-19, el mayor de la historia de Estados Unidos.

En la ciudad de Washington, sede tanto del Congreso como de la Casa Blanca, rige una orden de confinamiento que su alcaldesa, Muriel Bowser, extendió este mismo miércoles hasta el 15 de mayo.

Mientras, la situación en el país debido al covid-19 continúa siendo dramática especialmente en Nueva York, el estado más afectado, que ayer urgió a Trump para que permita un “rescate” de la Gran Manzana.

Con la recaudación fiscal por los suelos como consecuencia del parón de la actividad económica, el alcalde, Bill de Blasio, anunció “dolorosos” recortes de más de 2.000 millones de dólares para tratar de equilibrar el presupuesto en el ejercicio que comienza en junio.

Según sus cálculos, Nueva York va a perder unos 7.400 millones de dólares en ingresos, una cifra “horrorosa”, según admitió De Blasio, que requiere una intervención decidida del Gobierno federal.

El alcalde urgió a Washington a cubrir ese déficit al completo y advirtió de que, sin ese dinero, no se podrán garantizar las necesidades básicas de los neoyorquinos.