santiago de chile - El presidente de Chile, Sebastián Piñera, defendió ayer los avances logrados en 30 años de democracia y abogó por "revivir" las virtudes que permitieron poner fin a la dictadura para acabar con el actual estallido social y recuperar el orden público.

La conmemoración esta jornada del regreso a la democracia con la asunción el 11 de marzo de 1990 de Patricio Aylwin coincidió con el ecuador del presente mandato de Piñera, que se da tras casi cinco meses del inicio del estallido social que ha sumido al país en una crisis social sin precedentes.

"Hoy, en que nuevamente vemos nubarrones y amenazas al orden público, al Estado de derecho, a la paz social, a la sana convivencia, a la marcha de nuestra economía e, incluso, a nuestra democracia, es urgente y necesario revivir y practicar las mismas virtudes y cualidades que nos permitieron recuperar nuestra democracia hace 30 años", dijo Piñera durante un acto público que tuvo lugar en la sede del Gobierno, el palacio de La Moneda.

El presidente reconoció que hubo "falencias" en estos 30 años pero dijo estar "convencido" de que "fueron 30 años muy fecundos para Chile" en los que se recuperó la democracia "en forma ejemplar", se multiplicó por cinco el ingreso per cápita y el país pasó a encabezar América Latina en términos de desarrollo económico, social y humano. Asimismo, defendió el programa social que impulsó tras el estallido social para dar respuesta a las demandas ciudadanas, que en parte contemplan carencias. "Hay algunos que dicen que todo es insuficiente, incluso algunos hablan de migajas, yo quiero decir que nunca antes en la historia de Chile se había hecho un programa social tan amplio, de tanta envergadura y que comprometa tantos recursos públicos como el que hoy estamos impulsando y espero con el acuerdo de todos los chilenos", dijo.

La revuelta El mandatario dedicó parte de su discurso a repasar los acontecimientos que ha vivido el país desde que el pasado 18 de octubre comenzara una revuelta ciudadana por un modelo económico más justo que dejó episodios de violencia extrema y hasta ahora al menos 30 muertos.

A raíz de esos episodios empezó a haber señalamientos por presuntas violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad a la hora de contener las manifestaciones, denunciadas por varias organizaciones internacionales.

"Frente a la violencia hemos usado todos los instrumentos que nos entregan la Ley y el Estado de derecho (...) pero cada vez que se han cometido abusos hemos tenido una sola actitud clara, firme y coherente: condenar todo atropello, abuso a los derechos de las personas y condenar todo aquello que se aparta de la ley y de los protocolos institucionales", expresó.

El mandatario dijo que el desenlace "de las fuerzas y movimientos" que surgieron a partir del 18 de octubre "aún no está escrito" y que va a depender de las actitudes y acciones de todos los actores durante los próximos meses. Así, marcó dos caminos: el que apunta a validar la violencia y la división de la sociedad o el que apunta a combatirla dentro del marco de la ley y la unidad.

"Por eso, los invito a reflexionar, podemos pensar distinto, ¡viva la diferencia que enriquece el debate!, pero también podemos caminar y construir juntos y siempre, siempre tenemos que combatir la violencia y cuidar nuestra democracia", concluyó el mandatario.