pamplona - Ignacio López-Goñi (Pamplona, 1962) desarrolla una intensa e innovadora labor en la divulgación y comunicación de la ciencia y destaca que ésta es la primera vez en la historia que se sigue una epidemia en tiempo real y eso tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. El investigador considera que es "prácticamente nulo" el riesgo de contagio dentro de España y por tanto, a su juicio, no hay motivos para que numerosas empresas se dieran de baja en el Mobile World Congress de Barcelona, lo que ha llevado a su cancelación.

¿El alud de informaciones que recibimos sobre el coronavirus es positivo o negativo?

-Es la primera vez en la historia que vivimos una epidemia en tiempo real. Eso tiene sus ventajas, pero también tiene sus inconvenientes. En este caso, probablemente, el coronavirus esté produciendo una pandemia de miedo y de sobreinformación.

¿Hay riesgo de contagio dentro de España?

-Yo diría que prácticamente nulo. En este momento hay confirmados unos 45.000 casos, de los que el 99% están en China, y dentro de China, más del 80% están en la región central. Del número de muertos, unos 1.100 aproximadamente, solo ha habido dos fallecimientos fuera de China, uno en Hong Kong y otro en Filipinas. La posibilidad de que haya un brote epidémico en España es prácticamente mínima. Todos los casos que ha habido, excepto los dos confirmados, han dado negativo.

Por tanto, ¿las empresas que se dieron de baja en el MWC de Barcelona exageraron?

-En parte podríamos decir que sí. Con los datos que tenemos a día de hoy, no hay ningún informe de las autoridades sanitarias, tanto a nivel nacional como europeo o internacional, que hable de que haya que suspender reuniones, congresos o mítines en zonas que no estén en China. La alarma está siendo un poquito exagerada. Tenemos más una pandemia de miedo y de alerta que una pandemia de virus. Las posibilidades de contagio son mínimas.

Entonces, ¿por qué la OMS lo ha calificado como enemigo publico número uno?

-Porque lo que está ocurriendo está teniendo unas consecuencias políticas, económicas y sociales sin precedentes. Más que por ser el coronavirus un terrorista sanitario, probablemente es por las consecuencias que está teniendo a otros niveles.

¿Se está estabilizando la epidemia?

-Parece que sí. En los últimos seis días, el número de nuevos casos va disminuyendo, con lo cual cabe esperar, siendo optimistas, que lleguemos dentro de unas semanas o de unos meses al pico de la epidemia y por tanto que se estabilice la situación.

¿Costará mucho tener una vacuna contra el coronavirus?

-Hay grupos en España y en otros países que ya venían trabajando en otros tipos de coronavirus como el SARS o el MERS. Estos grupos tienen, por decirlo de alguna manera, la plataforma preparada para que, cambiando lo que sea conveniente en el nuevo virus, se puedan desarrollar prototipos de vacuna en relativamente poco tiempo. Estamos hablando de meses. El problema es que los controles que tiene que pasar son exhaustivos. Hay que hacer mucha experimentación animal, las fases clínicas para ver que no hay efectos tóxicos, y esto puede alargar el proceso más de un año.

Los países occidentales sí han actuado con rapidez en esta ocasión...

-Mientras no vemos el peligro cerca, no actuamos. Ahora está habiendo un brote muy fuerte de sarampión en el Congo, con 6.000 muertos, pero es un problema que vemos lejos. A mediados del año pasado hubo una alerta de la OMS por ébola también en Congo, que ha pasado bastante desapercibida en la prensa. Hay que tener en cuenta que cada año mueren cientos de miles de personas por enfermedades como la malaria, el dengue y otras enfermedades que afectan menos a los países de primera línea y por eso les dedicamos menos atención. - Efe / Foto: Efe