La Haya - Las medidas establecidas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para proteger a los rohinyás en Myanmar (antigua Birmania) de un supuesto genocidio acabarán con “el sentimiento de impunidad” del Ejército, dijo la presidenta de la Red Rohinyá de Derechos Humanos, Yasmin Ullah.

Ullah acudió el jueves a La Haya para asistir en persona a la decisión del alto tribunal de la ONU. Escuchó la orden mientras agarraba la mano de otra compañera activista y reconoció que ambas terminaron con las palmas totalmente enrojecidas. “Estaba muy nerviosa”, explicó con una sonrisa. “Se trata de un momento de celebración. Hubo muchas menciones a los rohinyás como un grupo que debe ser protegido, un grupo étnico con una identidad propia”, insistió Ullah, para quien el pronunciamiento de la CIJ “da esperanzas” a su pueblo.

Los miembros de esta minoría musulmana no disfrutan de la ciudadanía birmana a pesar de haber nacido en Myanmar. Las autoridades los consideran inmigrantes bengalíes, por lo que tienen un acceso limitado a la educación y a la sanidad, entre otros servicios básicos.

“Incluso el juez ad hoc nombrado por Myanmar reconoció la existencia de los rohinyás como grupo”, celebró Ullah. El caso fue llevado a La Haya después de que un ataque de insurgentes del Ejército de Salvación Rohinyá de Arakán (ARSA) contra puestos policiales y militares desatase una desmesurada respuesta militar birmana en el estado de Rakáin, en el oeste del país, en agosto de 2017. - Efe