Una vez implementada la RSC, incluso por ley, en las empresas, toca pensar cuáles son los objetivos de futuro al respecto. "Nuestro reto más disruptivo es el medioambiental", señalaba María Elisa Arroyo, sobre los proyectos de una empresa , Kutxabank, que ya genera cero emisiones en gasto eléctrico. Además, explicó, los criterios de financiación irán adaptándose cada vez más a las reglas que establece la Responsabilidad Social Corporativa.

Hugo Ureta afirmó, por su parte, que en Michelin son tres los objetivos de futuro; la gente, los resultados y el medio ambiente, las tres p anglosajonas; people, profit y planet. "Ganar dinero es positivo, necesitas que la empresa siga existiendo para tus accionistas, pero también para los clientes, los proveedores o los trabajadores", aseguró.

En Oreka IT, el reto a medio plazo es la incorporación del coche eléctrico a la empresa. "No podemos concebir la renovación de la flota sin pensar en las emisiones", explicó Iraitz Pérez de Goldarazena.

Udapa, por último, seguirá impulsando el producto local, y en ese sentido, dijo Naiara López de Uralde, en el último ejercicio se ha logrado incrementar en un 15% la superficie de patata sembrada en Álava, con 375 hectáreas.

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