madrid - Con la ronda del rey con los líderes de los fuerzas políticas terminó ayer el tiempo reglamentario de la partida para acordar una investidura y buscar un presidente del Gobierno español, aunque como ayer mismo dijeron Pablo Iglesias y Albert Rivera aún queda margen hasta el próximo lunes. Van a ser los minutos basura en los que aún podrían cerrar un acuerdo ya que el límite para desarrollar otro pleno de investidura en el Congreso de los Diputados sería este sábado, día 21. De ese modo, quedaría espacio para un segundo pleno y una segunda votación, si fuera necesaria, 48 horas después del primero, como prevé el reglamento. Sería el lunes 23, día en el que, a medianoche, se acaba el plazo legal para elegir un presidente y evitar la repetición electoral el próximo 10 de noviembre.
Preguntado sobre esta posibilidad el presidente en funciones, Pedro Sánchez, dijo ayer tras su reunión con el rey Felipe VI que no hay que alimentar falsas expectativas para estos días. Cargo las tintas sobre Pablo Casado, Albert Rivera y especialmente sobre Pablo Iglesias, al que acusó de haber “malogrado hasta en cuatro veces en los últimos cinco años la posibilidad de que en España hubiera un Gobierno socialista y progresista”. Descarga en Podemos la responsabilidad de la repetición electoral, pero también sobre las espaldas del PP y de Ciudadanos.
Parece difícil y hasta resultaría estrambótico que en los minutos basura pudiera cerrarse un acuerdo de investidura que han sido incapaces de acordar en los casi cinco meses transcurridos desde las elecciones generales del pasado 28 de abril. Si se diese ese escenario y hubiera un acuerdo hacia la izquierda (con Unidas Podemos) o hacia la izquierda (con una abstención de Ciudadanos), la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, debería de convocar el pleno de investidura este viernes como muy tarde.
No sería un pleno al uso, sino una carrera contrarreloj, apurando todos los tiempos de las intervenciones de los líderes políticos. Tendría que acotarse por primera vez al máximo, con una intervención del aspirante más breve, aunque el reglamento no fija límite. La Junta de Portavoces tendría que aprobar la organización de ese pleno con intervenciones más cortas y fijar la votación ese mismo día con tiempo suficiente para que, de no prosperar como se exige esa jornada con mayoría absoluta, culminase con margen para organizar otro pleno aún más breve el lunes, que acabase ya con otra votación antes de las doce de la noche con más síes que noes para el candidato. Si no es así, el martes Batet volverá a la Zarzuela para refrendar el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria electoral firmado por el rey.
El primer termómetro para tomar la temperatura a un posible acuerdo in extremis se verá hoy mismo en el pleno del Congreso en el que Sánchez debe responder una bateria de preguntas de Casado (PP), Inés Arrimadas (C’s), Ione Belarra (Podemos), Gabriel Rufián (ERC) o Aitor Esteban (PNV). El presidente en funciones será interpelado sobre el bloqueo político actual, el “espectáculo que está dando el Gobierno”, la crisis en ciernes, Catalunya o las transferencias pendientes a Euskadi. - DNA