Seúl - Corea del Norte amenazó ayer con romper el diálogo con Seúl, en protesta por sus maniobras militares con Estados Unidos, y volvió a lanzar dos proyectiles de corto alcance en la que marca su sexta prueba de este tipo en menos de un mes. Los lanzamientos tuvieron lugar a primera hora de la mañana desde la provincia de Kangwon, en la costa oriental norcoreana.

Los proyectiles de corto alcance, cuyo tipo exacto todavía está por determinar, alcanzaron una altura de 30 kilómetros y recorrieron una distancia de unos 230 kilómetros de vuelo antes de caer al mar de Japón (denominado mar del Este en las dos Coreas), según el análisis del Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS). El de este viernes es el sexto lanzamiento de este tipo que Corea del Norte realiza desde el pasado 25 de julio, cuando afirmó haber probado dos misiles de corto alcance de nuevo desarrollo propio, y se produce apenas seis días después del último test.

Tras una reunión de emergencia celebrada poco después del test de ayer, la oficina presidencia de Seúl instó al país vecino a detener este tipo de lanzamientos que, dice, podrían aumentar la tensión militar en la península, y señaló que tanto el país como su aliado EEUU se mantendrán alerta ante potenciales pruebas futuras.

Estos últimos lanzamientos de Pyonyang acontecen el mismo día que el país amenazó a Seúl con romper el diálogo bilateral en una aparente protesta por las maniobras militares que se encuentra desarrollando con Washington en territorio surcoreano y la decisión de Corea del Sur de potenciar su arsenal antimisiles.

Deterioro de las relaciones Seúl publicó esta semana su nuevo plan quinquenal de defensa, en el que aboga por adquirir nuevos radares de detección de misiles y navíos equipados con sistemas de intercepción de proyectiles para hacer frente al aumento de los lanzamientos de Pyonyang, algo que no ha sentado bien al país vecino. “¿Los aviones y los cazas que comprará a Estados Unidos son sólo para esparcir (productos) agroquímicos y vuelos de circo?”, ironizó el comité para la reunificación en un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias KCNA, en el que afirma que tanto los ejercicios como las adquisiciones están destinados a destruirlo.

Corea del Norte indicó que el Sur se equivoca al pensar que “la fase de diálogo llegará naturalmente después de los ejercicios” y señaló el deterioro de sus relaciones en un momento en el que la implementación de sus acuerdos “está en punto muerto y el poder para el diálogo Norte-Sur se ha desvanecido”. “No tenemos nada más que hablar con las autoridades surcoreanas ni tenemos intención de volver a sentarnos con ellos”, afirmó.

Corea del Norte ha amenazado en repetidas ocasiones con buscar “un nuevo camino” alternativo a la mediación de Seúl si no abandona sus ejercicios con Washington, que considera una amenaza.

Los comentarios de Pyonyang se producen después de que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, enfatizara su tono conciliador con el país vecino, con el que dijo aspirar a lograr la reunificación en 2045, en un discurso conmemorativo pronunciado este jueves y al que Corea del Norte ha tildado de “estúpido”. La reciente serie de pruebas armamentísticas de Pyonyang parece hacer más mella en las relaciones Norte-Sur que en el diálogo del régimen con Washington, ya que la Administración Trump ha restado importancia a los tests. - Efe

Compra de radares. Seúl publicó esta semana su nuevo plan quinquenal de defensa, en el que aboga por adquirir nuevos radares de detección de misiles y navíos equipados con sistemas de intercepción de proyectiles para hacer frente al aumento de los lanzamientos de Pyonyang, algo que no ha sentado bien al país vecino. “¿Los aviones y los cazas que comprará a EEUU son sólo para esparcir (productos) agroquímicos y vuelos de circo?”, ironizó Pyonyang.