Washington - Después de que dos ataques sangrientos con armas de fuego provocaran este fin de semana más de 30 víctimas mortales, en El Paso (Texas) y Dayton (Ohio), el presidente estadounidense, Donald Trump, se ha visto comprometido a condenar “el fanatismo y el supremacismo blanco”. Trump instó ayer ante la prensa a aplicar la “pena de muerte” a los autores de tiroteos masivos, tras las masacres , pero de nuevo se olvidó de hablar de restringir el permiso de armas en el país.

Las autoridades de El Paso confirmaban ayer que el saldo mortal del tiroteo del sábado en un centro comercial de la ciudad ascendía a 22 personas, después del fallecimiento de dos de los heridos que habían sido trasladados a hospitales. Al menos siete de los 22 muertos en esta matanza eran de nacionalidad mexicana, según confirmó el Gobierno del país vecino del sur.

“Con una sola voz, nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco”, afirmó Trump en una declaración desde la Casa Blanca. El mandatario subrayó que el tirador de El Paso, quien abrió fuego de manera indiscriminada en un centro comercial de la ciudad fronteriza con México, “publicó un manifiesto en Internet repleto de odio racista”. El texto, del que han trascendido varios extractos, replica el lenguaje del movimiento de nacionalismo blanco y advierte de “una invasión hispana en Texas”.

El Paso es ciudad fronteriza con México con cerca de 700.000 habitantes, y según datos del Censo, más del 80% de la población es de origen hispano. Además, en su declaración, Trump aseguró que los condenados por crímenes de odio deberían encarar la “pena de muerte” con ejecuciones “rápidas”.

Una vez más, Trump matizó que son “la enfermedad mental y el odio las que aprietan el gatillo, no la pistola”, en una defensa del derecho de portar armas en Estados Unidos, y no ofreció medidas explícitas para controlar el acceso a las armas de fuego de uso militar. Las autoridades federales ya han anunciado que tratarán el tiroteo en Texas como un acto de “terrorismo doméstico”, mientras que aún están investigando la motivación del ocurrido en Ohio.

Trump salía así al paso de las críticas que han arreciado durante el fin de semana, que achacan a su agresiva retórica de mano dura en inmigración como uno de los factores que había alimentado la ola de violencia. La magnitud de la tragedia vivida, con dos tiroteos masivos en menos de 24 horas, ha conmocionado al país y agitado aún más la campaña electoral de cara a las elecciones de 2020.

“Miren lo que (el presidente Trump) ha estado haciendo en este país. No ha estado tolerando el racismo, ha estado promoviendo el racismo. No ha estado tolerando la violencia, ha estado incitando el racismo y la violencia en este país”, afirmó Beto O’Rourke, aspirante a la candidatura presidencial demócrata y residente en El Paso.

En la misma línea se expresó, Cory Booker, senador y también aspirante demócrata, quien remarcó que cuando “un presidente, desde el cargo más alto en nuestro país, habla de invasiones y plagas y países de mierda, esas cosas que salen de su boca y dañan el tejido moral de nuestro país, él es responsable”.

Booker hacía así referencia a diversas expresiones peyorativas empleadas por Trump para referirse a los inmigrantes que tratan de entrar en Estados Unidos, y a los países de los que proceden huyendo de la violencia y de la pobreza.

Control de antecedentes Trump escribió ayer en un mensaje de Twitter, que “republicanos y demócratas deben unirse y aprobar estrictos controles de antecedentes” de las personas que compran armas de fuego. Sin embargo, las ocasiones en que los demócratas en el Senado, con mayoría republicana, han presentado propuestas legislativas en este sentido, el propio mandatario ha amenazado con vetarlas, pese a haberse mostrado a favor en ocasiones previas.

Si realmente tiene intención de reforzar los controles de antecedentes para los compradores de armas, indicó el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, Trump “debería exigir” que el líder republicano en la cámara alta, Mitch McConnell, “someta a votación la propuesta bipartidista ya aprobada en la Cámara de Representantes (de mayoría demócrata)”.

En lo que va de año, se han registrado ya más de 250 tiroteos masivos con más de cuatro víctimas cada uno en Estados Unidos.