Gasteiz - Gasteiz acaba de dar el pistoletazo de salida, cederá el sábado el testigo a Donostia y Bilbao pondrá la guinda a la vorágine estival. Las grandes fiestas de verano ya están aquí, y llegan en un momento especialmente sensible para municipios e instituciones vascas que viven con evidente preocupación el aumento de los delitos contra la libertad sexual, ante los cuales se han propuesto garantizar una protección integral, tanto desde el punto de vista sanitario, policial, judicial como social.
El verano y el alcohol son terreno abonado a todo tipo de desmanes, como bien pudo comprobar el año pasado Donostia con un saldo de siete denuncias por agresiones sexuales durante la Aste Nagusia, algo que ha quedado grabado en la retina de los gestores municipales. La Ertzaintza y las policías locales han recibido la consigna de extremar la vigilancia, más aún tras la preocupación que ha despertado la violación grupal en Bilbao.
La presencia policial da siempre a la ciudadanía mayor sensación de seguridad pero no garantiza de por sí que este tipo de citas multitudinarias concluyan sin incidencias. De hecho, el año pasado el Consistorio donostiarra se vio ante la tesitura de suspender la disko festa del Kursaal debido al goteo de agresiones sexuales al que no pudo ponerse freno. Precisamente, ocurría todo ello durante uno de los años que contó con más agentes, según reconoció a este periódico el concejal de Seguridad Ciudadana, Martín Ibabe.
La Ertzaintza distribuye estos días folletos para prevenir las agresiones sexistas. Incluyen, entre otros consejos, no aceptar citas extrañas, ni a ciegas. Además, se sugiere que los encuentros con otras personas se produzcan en lugares conocidos y que algún amigo o familiar esté al tanto de la cita a la que se tiene previsto acudir. Una serie de consejos que no han sentado precisamente bien en sectores feministas que, según aducen, no tienen por qué ver coartada su libertad por el hecho de ser mujeres, entendiendo que es el infractor quien se tiene que ver entre la espada y la pared.
Un equilibrio, el de la seguridad y la plena libertad, que no resulta fácil de cuadrar. Menos aún en eventos festivos como el que está a punto de estrenar Donostia este fin de semana, en los que el consumo abusivo de alcohol y otras sustancias hace perder el control sobre las emociones y sentimientos, propiciando escenas en las que se sobrepasan todos los límites, y que culminan con agresiones sexuales en los casos más extremos.
geolocalización Frente a este escenario en el que las mujeres defienden su derecho a caminar libres por las calles, la tecnología ha comenzado a ocupar un papel importante como herramienta disuasoria en caso de riesgo de agresión sexual. Existe, de hecho, una aplicación móvil que permite enviar a la policía la geolocalización ante una posible amenaza. La Ertzaintza está recomendando hacer uso de ella estos días. Con solo pulsar un botón, el servicio de Emergencias-112 sabe la ubicación exacta de la persona que hace la llamada siempre que instale en su teléfono móvil la aplicación que ha desarrollado el Departamento de Seguridad.
La app cuenta con dos botones de alarma que conectan directamente con la comisaría, una forma sencilla de dar el aviso evitando tener que teclear números en situaciones de tensión. El geolocalizador envía a su vez a los agentes la posición exacta de los usuarios en el momento de utilizar el sistema. Además del botón Estoy sufriendo una agresión, la aplicación tiene otro, Estoy siendo testigo de una agresión, dirigido a terceras personas que puedan denunciar estos ataques. El sistema es gratuito y puede descargarse como una aplicación más.
Zarautz ha sido el primer municipio de Gipuzkoa en poner en marcha la aplicación para móviles “Agrestop-Erastop”. Esta app, según destacó el Consistorio en su puesta de largo en mayo, se ha convertido “en una aliada de las mujeres”, ya que gracias a ella “se da acceso fácil y rápido a los organismos encargados de proteger a las víctimas y de perseguir y atajar esta lacra”.
En este caso la aplicación dispone de tres botones. El primero de los cuales indica que la víctima está sufriendo una agresión y envía una señal inmediata a la Policía Municipal, cuyos agentes pueden acudir rápidamente al lugar gracias al geolocalizador del sistema. El segundo botón, “denuncia una agresión”, realiza una llamada directamente a SOS Deiak para que intervenga, mientras que el tercero, “acompáñame”, posibilita a contactos previamente designados acompañar a la mujer en su recorrido hacia casa. “Es muy importante que las mujeres tengan a partir de ahora esta herramienta que las permita caminar libres y seguras por nuestras calles”, subrayan desde el Consistorio.
No es el único soporte digital que ha nacido bajo la sombra de la amenaza. Emakunde presentó el mes pasado un nuevo recurso relativo a la atención de mujeres víctimas de violencia. Se trata de un mapa activo de geolocalización de recursos y servicios que existen en la CAV. Este mapa de recursos y servicios ofrece información sobre la oferta pública de programas y servicios para la atención a las mujeres y menores víctimas, tanto si son gestionados directamente por la administración como si la prestación se hace a través de entidades privadas, y están localizados por municipios. Además de las plataformas digitales, la autodefensa feminista ha experimentado un notable crecimiento en Gipuzkoa tras la violación grupal a una joven de 18 años en los Sanfermines de 2016, por lo cual el Tribunal Supremo ha condenado a los autores a 15 años de prisión. Desde entonces, cada vez más mujeres reciben una formación específica que parte de una base: la sensación de indefensión ante la violencia es “aprendida”. Dicho de otro modo: es posible plantar cara a los machismos, solo es preciso identificarlos.