Caracas - El Parlamento de Venezuela aprobó ayer -en una sesión especial celebrada en la calle- la reincorporación del país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), conocido como Tratado de Río, que suscribe el compromiso de defensa mutua entre naciones ante ataques armados.

El jefe de la Asamblea Legislativa, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países solicitó aprobar con moción de urgencia y sin modificaciones esta ley que ya había sido discutida en el pleno el mes pasado.

El TIAR, que contempla la cooperación militar extranjera, “no es mágico”, advirtió Guaidó entre los aplausos del millar de simpatizantes que se reunieron en la plaza Alfredo Sadel, en el este de Caracas, para escuchar la sesión celebrada allí, y apoyarle.

El líder opositor encabezó esta actividad que sirvió también para presentar un informe de gestión al cumplirse seis meses desde que juró asumir las competencias de Ejecutivo tras considerar ilegítimo al presidente Nicolás Maduro. “Estamos de pie contra una dictadura que se cae a pedazos”, remarcó Guaidó, quien auguró además que se avecina un “choque de trenes” contra el Ejecutivo chavista y para ello, dijo, necesitará del apoyo de sus simpatizantes y de la coalición internacional de casi 60 naciones que lo respaldan. La aprobación final de este mecanismo debe sellarse en la Organización de Estados Americanos (OEA), por lo que ahora el visto bueno del Parlamento venezolano debe ser remitido al organismo continental.

El TIAR, que establece que un ataque contra un país miembro del pacto (casi una veintena de naciones americanas) se considerará un ataque contra todos, es una iniciativa promovida hace meses por el ala más radical del antichavismo, que es minoría dentro de la mayoría opositora que controla el Parlamento. Estos promotores piden a Guaidó y al total de diputados usar este mecanismo con base en el artículo 187 de la Constitución venezolana que da al Legislativo la potestad para “autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país”.

Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela denunciaron el tratado en 2012, cuestionando que no se aplicó en la Guerra de las Malvinas en 1982 entre Argentina y el Reino Unido.

Venezuela atraviesa un pico de tensión política desde el pasado enero, cuando Maduro juró un nuevo mandato de seis años que no reconoce la oposición y parte de la comunidad internacional porque el chavista obtuvo la reelección en unos comicios en los que se les prohibió participar a los principales líderes opositores.

Amenaza de EEUU Por su parte, EEUU dijo ayer que ha comunicado al entorno del presidente Nicolás Maduro, que el mandatario tiene un “corto plazo” para dejar el poder si no quiere enfrentar la justicia internacional y nuevas medidas estadounidenses, y confía en que el Grupo de Lima envíe pronto el mismo mensaje al chavismo. “Es el momento de que Estados Unidos y los países del Grupo de Lima le ofrezcan una salida (a Maduro) en un tiempo definido. Y si no la toma, las medidas se van a endurecer mucho, mucho más”, afirmó en una entrevista exclusiva con Efe el encargado de Latinoamérica en la Casa Blanca, Mauricio Claver-Carone. “Ese plazo es inmediato (...) y ya lo hemos comunicado indirectamente (a Maduro), con personas en quien él confía. Es importante que también los países del Grupo de Lima hagan lo mismo”, añadió el asesor de Trump.

Los cancilleres de los países que integran el Grupo de Lima celebraron ayer la decimoquinta reunión del bloque en Buenos Aires con un mensaje de apoyo al presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, y el pedido de elecciones democráticas en el país caribeño. “Hemos liderado hace seis meses el reconocimiento internacional 8a Guaidó) y hoy enviamos un afectuoso saludo al presidente”. - Efe