Bruselas - Por primera vez desde este caos en el que se ha convertido el Brexit, Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, ha puesto negro sobre blanco su plan: un segundo referéndum sobre la salida del nuevo Gobierno británico.
Tanto si es con un acuerdo como si se consuma con un divorcio abrupto. En ambos escenarios, los laboristas harán campaña por la permanencia en la UE. “Sea quien sea el próximo primer ministro, deberá someter su acuerdo, o no acuerdo, a un referéndum. En este escenario, el Partido Laborista hará campaña por la permanencia (en la UE) frente a un no acuerdo o un acuerdo tory (conservador) que no proteja la economía y el empleo”, apuntaba ayer Corbyn en Twitter.
Muy dividido desde el plebiscito de 2016, cuando el líder laborista hizo una campaña ambigua, el Laborismo se ha debatido durante meses para conciliar el sentir de sus militantes y diputados proeuropeos con el de un tercio de sus votantes, que apoya la salida de la Unión Europea.
Tras esta ambigüedad durante dos años y medio sobre el proceso del Brexit, ahora, Corbyn desvela su estrategia en un momento en el que la salida de la isla sigue empantanada y el divorcio abrupto es más probable que nunca con la plausible llegada de Boris Johnson al Ejecutivo británico el próximo 22 de julio.
Sin embargo, lo que revela Corbyn es lo que hará en caso de un escenario concreto -la salida del Reino Unido bajo un acuerdo tory o un no acuerdo- ; sin embargo, no aclara si defendería el pacto vigente rubricado por May o si su postura sobre la permanencia en la UE sería la misma en un contexto de elecciones anticipadas en el Reino Unido. Tampoco esclarece cómo forzará ese segundo referéndum sin tener las riendas del Ejecutivo.
El movimiento llega horas después de que más de 10.000 afiliados del Partido Laborista le pidiesen a su líder mediante una declaración firmada, el fin de la ambigüedad contra el Brexit y su apoyo a la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. Ya en febrero, Corbyn abrió la puerta a la celebración de un segundo referéndum, pero nunca antes había mostrado su apoyo abierto.
Se produce, además, cuando quedan semanas para que conozcamos el nombre del próximo primer ministro que sustituirá a Theresa May en el 10 de Downing Street.
El sábado pasado se abrió el plazo para que los miembros del partido Conservador británico eligiesen entre Boris Johnson, exalcalde de Londres, y el ministro de Exteriores, Jeremy Hunt. Y todo apunta a que Johnson se hará con el puesto tras centrar su campaña en el objetivo de sacar a la isla del bloque comunitario el 31 de octubre, con o sin acuerdo.
El partido de Jeremy Corbyn sufrió un batacazo en las elecciones europeas, donde pasó de tener el 24.7% de los apoyos al 14%, convirtiéndose en la tercera fuerza política al ser superado por Liberal Demócratas, quienes, al contrario que los Laboristas, mantuvieron un discurso firme a favor de un segundo referéndum para permanecer en la UE durante la campaña. Ello se une a los reproches que han nacido en el seno laborista por la falta de claridad hacia el Brexit. Varios de sus diputados ‘desertaron’ para formar un partido en contra de la salida de la UE.
Tras varias declaraciones ambiguas, la de este martes representa la primera vez que el líder laborista apoya explícitamente un segundo referéndum, algo que sus filas le han pedido de forma creciente durante los últimos meses. Un sondeo de comienzos de año realizado por la Universidad Mary Queen’s revelaba que tres cuarta partes (76%) de los integrantes del partido pedían la celebración de este segundo plebiscito.
En su misiva, el socialdemócrata, cuestionado a menudo por el ala derecha de los suyos, advierte no obstante de que “ningún desenlace” del Brexit resolverá los problemas del Reino Unido, para lo que “se necesitan unas elecciones generales”.
Plan de acción Sobre el Brexit, los dos candidatos a sustituir a Theresa May han adelantado que, si ganan, tratarán de renegociar con Bruselas los términos de la retirada, pero, si no lo logran, ambos están dispuestos a salir sin pacto. Tampoco está claro que accedieran a la petición laborista de someter su estrategia a un nuevo plebiscito.
El comité nacional ejecutivo (NEC, en inglés) laborista acordó su postura después de que el lunes cinco sindicatos afiliados al partido consensuarán un plan de acción en la misma línea. El programa sindical, supuestamente adoptado por la directiva, consiste en defender la permanencia en el bloque en un hipotético referéndum donde se pueda elegir también entre el acuerdo negociado por los conservadores y una salida del bloque sin pacto. También acordaron que, en el caso -preferido por todos- de que hubiera unas elecciones antes del Brexit y ganaran los laboristas, estos deberían negociar un nuevo pacto con Bruselas y someterlo a consulta ciudadana. En ese escenario, la posición de campaña del partido y de sus diputados dependería “del tratado negociado”.