MADRID. El epicentro del seísmo se ha localizado a 40 kilómetros de profundidad, a unos 218 kilómetros de la ciudad de Los Ángeles y a 163 de Bakersfield, según el EMSC.
En el noroeste del condado de San Bernardino, cerca de donde se ha producido el terremoto, se han registrado daños, según ha informado el Departamento de Bomberos del condado.
"Casas desplazadas, grietas en cimientos, muros de contención se han venido abajo. Una lesión menor con los bomberos que tratan al paciente", ha informado el Departamento de Bomberos a través de su cuenta en la red social Twitter.
En Ridgecrest se han registrado varios incendios, según ha informado la portavoz del condado de Kern, Megan Person, a la cadena estadounidense CNN, añadiendo que se está estableciendo un centro de operaciones de emergencia en Bakersfield.
Por su parte, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha subrayado que se están desplegando unidades de seguridad pública en toda la ciudad "para garantizar la seguridad y estudiar la infraestructura".
El terremoto se produce después de que este jueves se registrara otro seísmo de magnitud 6,4 en la misma zona y que se sintió desde Las Vegas hasta Long Beach.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, según sus siglas en inglés) el seísmo de este viernes ha sido hasta 11 veces más fuerte que el registrado el día anterior en la zona.
Varias réplicas han sacudido la zona del sur de California desde el terremoto del Día de la Independencia. Se han registrado pocas lesiones por el terremoto de este jueves, pero dos viviendas se incendiaron después de que se rompieran sus tuberías de gas, según señalaron las autoridades.
El terremoto del 4 de julio fue uno de los más grandes en el sur de California desde el seísmo de Northridge en 1994, que acabó con la vida de 57 personas y causó daños de miles de millones de dólares.