madrid - En el intercambio dialéctico entre el PSOE y Unidas Podemos con la investidura de Pedro Sánchez como trasfondo, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero -del círculo de confianza del líder socialista-, quiso ayer zanjar la cuestión con una advertencia a la formación morada: “No habrá una segunda vuelta”. Por ello, y esta vez amplió los destinatarios, avisó a los partidos de que se “concentren” en dejar clara su posición el próximo mes de julio, cuando se ponga fecha a la investidura.
La ministra también quiso dejar claro que es “radicalmente falso” que Ciudadanos sea el socio prioritario de Sánchez ya que, “desde el primer momento, el socio prioritario ha sido Unidas Podemos”. Así, recordó que el PSOE ha llegado a acuerdos con Unidas Podemos, el más emblemático de los cuales fue la aprobación de unos Presupuestos que, finalmente, no pudieron ver la luz.
Montero invitó a todas las fuerzas políticas a que hagan una “reflexión serena” sobre los resultados electorales e insistió en que el PSOE no está pidiendo el voto favorable, sino la “abstención del PP y Ciudadanos”, porque “es de justicia que se respete la voluntad popular”. Para ella, entre todos, hay que hacer un “esfuerzo de consenso, de diálogo y de entender la pluralidad de España” y abogó por “no perder ni un minuto en ponernos a trabajar para afrontar los retos del país”.
Margen por delante Sin embargo, y pese a las declaraciones de la responsable de Hacienda, desde Ferraz señalaron a Europa Press que el PSOE mantendrá la negociación con Unidas Podemos incluso en el caso de que los morados provoquen una primera investidura fallida.
Eso sí, en el Ejecutivo y en el PSOE sostienen con firmeza que ellos no se van a mover de su posición, y aunque no aceptarán la entrada de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros, sí están dispuestos a incorporar a miembros de la formación morada en cargos intermedios en el organigrama de la Administración General del Estado.
En las filas socialistas hay quien opina que el partido liderado por Iglesias tampoco debe tener asiento en la comisión de subsecretarios y secretarios de Estado que prepara los Consejos de Ministros, si bien fuentes de Ferraz aclararon que la oferta que Sánchez planteó a Iglesias abarca todo el organigrama de la Administración, con la única excepción del Ejecutivo, que se limita a presidente, vicepresidentes y ministros.