bilbao - El Gobierno Vasco espera que se concrete a la vuelta del verano, en la negociación presupuestaria, la disposición al acuerdo que hicieron pública en el pleno parlamentario del viernes el PP y EH Bildu. Ambos grupos están deslizando su intención de vincular de alguna manera esas conversaciones a los acuerdos en la ponencia del nuevo estatus de autogobierno, algo que el lehendakari, Iñigo Urkullu, nunca ha aceptado y que ya rechazó en la negociación de las Cuentas para 2019, donde exigió a los partidos que se centraran en las cifras y en asuntos puramente presupuestarios para abordar el diálogo sin pretextos. El aviso lo lanzó sobre todo al PP, que condicionó con claridad los dos escenarios y vuelve a hacerlo ahora. Pero en esta ocasión EH Bildu también incluye este argumento de algún modo, al promover el relato de que el PNV va a cumplir esa exigencia del PP y serán los jeltzales quienes dinamiten el debate, que atraviesa por un momento de incertidumbre después de que la coalición anunciara que presentará su propio articulado.

Los parlamentarios Laura Garrido (PP) e Iker Casanova (EH Bildu) expusieron sus planteamientos ayer en Radio Euskadi, en el Parlamento en las ondas. Garrido volvió a solicitar al lehendakari que el PNV “abandone la senda que avanza hacia la ruptura con el nuevo estatus pactado con EH Bildu”. “El Gobierno Vasco abandonó la estabilidad pactando el estatus e intentando acordar las Cuentas con Bildu. El lehendakari tiene que decidir si quiere recuperar la estabilidad o seguir en el camino de la ruptura”, dijo. El PP ofreció al lehendakari el viernes recuperar la senda del entendimiento tras meses de beligerancia como represalia por el desalojo de Mariano Rajoy del Gobierno español. Los populares se ven tentados a pactar para recuperar la influencia y la centralidad tras los pésimos resultados electorales y, además, serían los menos beneficiados por un adelanto de los comicios por parte de Urkullu. Sin embargo, siguen insinuando que lo condicionan todo a algún tipo de rectificación sobre el estatus.

EH Bildu aprieta al PNV por el flanco contrario y le exige avanzar en el camino de la soberanía sin renunciar a las bases pactadas entre ambos partidos y también con Elkarrekin Podemos en el apartado social. La coalición abertzale se quiere reivindicar como la única fuerza del Parlamento que está interesada en sacar adelante las bases y prepara un relato de claro señalamiento al PNV por un eventual fracaso de los acuerdos. Ha sorprendido al PNV amagando con presentar a mediados de este mes su propio articulado sobre el estatus porque cree que no se cumplirá el plazo pactado, un movimiento que para los jeltzales sería de extrema gravedad y supondría dinamitar los trabajos. Además, está recalcando que el PNV ha engordado en las elecciones con voto de la derecha española y unionista. Todos estos movimientos preparan el relato de EH Bildu ante los Presupuestos y las elecciones autonómicas de 2020: ayer aseguró que el PP va a exigir al PNV que rompa el estatus para pactar las Cuentas, y que los jeltzales lo van a aceptar. El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, lo interrumpió: “Error de previsión”, corrigió.

DISPUTA Egibar desconfió de EH Bildu y vio complicado el acuerdo presupuestario porque ha hecho campaña apostando por “acabar con el régimen del PNV” y hablando de mayorías con el PSE y Podemos al mismo tiempo que apostaba por pactos abertzales. Opinó que a EH Bildu le causa “vértigo” asumir que este modelo social “no tiene alternativa” y que tiene que pactar con PNV y PSE en puertas de unas elecciones. Casanova dijo que el PP no tiene fuerza para poner ninguna condición económica y, por ello, “lo único que va a pedir es renunciar al estatus y creo que el PNV va a acceder”. Ante el desmentido de Egibar, insistió que la legislatura arrancó con un pacto con el PP, que apoyaba al Gobierno vasco mientras el PNV respaldaba a Rajoy; una dinámica que “se rompió” con la moción de censura y el PNV “fue el último en sumarse porque tenía ese doble pacto”.