MADRID. El comandante de la Guardia Civil a cargo de la investigación del 'procés' en Catalunya considera al exjefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero como un elemento "imprescindible en la estrategia independentista, y que así lo demuestra la información puntual que transmitía a los exdirigentes de la Generalitat sobre las instrucciones judiciales que se daban para tratar de impedir el referéndum.
El secretario de los atestados de la policía judicial ha explicado al tribunal que juzga el 'procés' que Trapero iba enviando las instrucciones que emitió la Fiscalía Superior de Cataluña a lo largo del mes de septiembre de 2017 tanto al exconsejero de Interior Joaquim Forn --para quien se piden 16 años de prisión-- como al ex secretario general de Interior César Puig y el exjefe político de los Mossos Pere Soler.
A preguntas del fiscal Fidel Cadena, el comandante ha indicado que a los investigadores les "resultó extraño" que hiciera eso, como quejarse también a Forn del nombramiento del coordinador del dispositivo policial para el 1-O, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, una disconformidad que también expresó en una nota interna a los Mossos en la que subrayaba su incomodidad por estar "tutelado" por el Ministerio del Interior.
El nombramiento de Pérez de los Cobos se concretó en la instrucción 4 de la Fiscalía Superior, algo que también generó las críticas del exconseller Forn, quien en un correo electrónico manifestó que "no admitía tutelas del Estado español", tal y como ha explicado el comandante, que ha declarado como testigo en el juicio.
"TRABAJO EXCELENTE" EL DÍA 1
Para el investigador, otra prueba de que Trapero formaba parte de la estrategia independentista es que el 2 de octubre envió otra comunicación a sus agentes felicitándoles por su "trabajo excelente", al tiempo que lo justificaba en que desde la coordinación que ejercía Pérez de los Cobos se les podía decir a los Mossos qué hacer, pero no "cómo" llevarlo a cabo.
Y en una reunión de la policía autonómica el 13 de octubre, el mayor de los Mossos advirtió de que debían "tener cuidado porque la Fiscalía y la Guardia Civil, con diez fotografías de una mala actuación el 1 de octubre, hacen un delito de sedición", tal y como se recoge en un correo electrónico con el acta de ese encuentro.
Tras aportar todos estos datos, la abogada de Forn, Judith Gené, ha preguntado al testigo si Forn contestó a alguno de los correos de Trapero acerca de la actuación que debían tener los Mossos el 1-O, a lo que ha respondido que la Guardia Civil no detectó ninguna respuesta en este sentido. Tampoco contestó dando órdenes para que no se aportaran "recursos extraordinarios" al dispositivo de ese día.
En cuanto a la actuación propiamente dicha de la jornada de votación, el investigador ha explicado que la Guardia Civil analizó las comunicaciones internas de ocho regiones policiales del cuerpo autonómico y detectaron en ellas "seguimientos" a agentes del Instituto Armado y de la Policía Nacional o "avisos" a los votantes ante la llegada de antidisturbios.
Incluso detectaron comunicaciones que alertaban de la presencia de "20 furgonetas de la Guardia Civil" en dirección al colegio donde iba a votar "Platino", el nombre en clave que utilizaban los Mossos para referirse al entonces president Carles Puigdemont.
"En alguna llamada se oye decir que se está haciendo un paripé, pero sí hay llamadas a las salas de coordinación en las que se dice que las urnas y papeletas se han entregado por los responsables de los colegios una vez acabada la votación", ha relatado el comandante.