Washington - Miles de personas se manifestaron ayer en el centro de Washington en la llamada Marcha de Mujeres, que cumple su tercera edición, para protestar contra las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En un ambiente festivo, a la vez que reivindicativo, mujeres de todas las edades y de distintas partes del país, y algún que otro hombre, se dieron cita en la plaza Freedom (libertad) y a lo largo de la avenida Pensilvania, que conecta la Casa Blanca con el Capitolio, y otras calles aledañas.

Muchas de las participantes llevaban gorros de lana de color rosa, que les ayudaron también a protegerse del frío que ayer reinaba en las calles de la capital.

Las manifestantes portaban carteles con mensajes de lo más variado, como “Cuida de tu propio útero”, “Exigimos igualdad para todos”, “Sin Hermione, Harry (Potter) hubiera muerto en el libro I”, todos ellos en inglés, aunque también se veía alguno que otro en español.

Gail Leiser, residente en el estado de Maine, acudió a la protesta en Washington, junto a varias compañeras activistas con coronas verdes de cartón en la cabeza, el mismo color del logotipo de su organización “Indivisible MDI”, que les aglutina frente a lo que califican “autoritarismo” de Trump. “Las mujeres estamos preocupadas por nuestra democracia y por nuestros derechos que están siendo arrebatados, y viraje del país hacia la extrema derecha”, dijo Leiser al ser preguntada sobre sus motivaciones para asistir a la protesta. Leiser tomó parte hace dos años en la primera Marcha de Mujeres, un día después de la investidura de Trump como presidente el 20 de enero de 2017. “Esta vez he notado que hay más hombres y gente de color”, reflexionó.

“la resistencia va más allá” En un lado de la plaza Freedom, otra manifestante, Maria Saludos, de origen filipino, escuchaba las intervenciones en el escenario montado por los organizadores para la ocasión. Saludos, residente en Maryland, en las afueras de Washington, detalló que ella es una de los empleadas federales afectadas por el cierre de la Administración pública, que ayer entró en su vigésimo noveno día. “Vengo aquí para protestar contra el cierre del Gobierno”, afirmó Saludos, de 55 años y que también participó en la marcha de hace dos años: “En 2017 la gente estaba muy implicada y era más entusiasta, pero ahora la resistencia va más allá”, indicó.

Washington no es el único lugar de EE.UU. que acogía esta manifestación, ya que también se desarrolló en otros lugares como Nueva York o Los Ángeles (California).

Miles de personas salieron también a las calles de Nueva York para protestar contra Trump, pero lo hicieron divididas en dos manifestaciones rivales tras un choque entre líderes del movimiento. En las inmediaciones de Central Park, las organizadoras de las protestas celebradas en la ciudad los dos años anteriores encabezaron una nueva protesta para exigir igualdad y mostrar su oposición a las políticas de Trump.

Con pancartas como “Respeta mi existencia o espera mi resistencia”, “Las mujeres son el muro y Trump lo va a pagar” o “Nuestros cuerpos, nuestras mentes, nuestro poder”, las participantes marcharon desde el conocido parque hacia el centro de Manhattan, pasando por delante de la torre que lleva el nombre del presidente y donde residía hasta su elección. A cierta distancia, en el extremo sur de la isla, tuvo lugar otra concentración impulsada por el capítulo local de la organización responsable de la marcha nacional que se celebró en Washington. - Efe