- El mismo día que Vox se estrenaba en el Parlamento andaluz y el presidente del PP, Pablo Casado, hacía en su visita a Iruñea una llamada a extender por el Estado un pacto de las derechas donde tenga cabida la formación liderada por Santiago Abascal, el lehendakari Urkullu aprovechó la tradicional recepción a la sociedad vasca para trasladar la necesidad de plantar cara a los discursos xenófobos.
En un tono enérgico, el jefe del Ejecutivo de Gasteiz llamó a la sociedad a rebelarse contra esas actitudes. “No nos podemos resignar ante el avance de discursos populistas, xenófobos, cortoplacistas, demagógicos o autoritarios. No nos podemos resignar. Nos debemos rebelar”, aseguró.
Urkullu puso como ejemplo Euskadi, donde -señaló- “hemos aprendido de nuestro pasado más reciente y, a pesar de las dificultades, estamos construyendo, juntos, una cultura política e institucional asentada en el respeto, el diálogo y la voluntad de acuerdo”.
Por ello, y refiriéndose a estas actitudes en las que basan sus postulados los partidos populistas y xenófobos, el lehendakari puso en valor el rechazo a las malas prácticas que pudieran ser y abogó por “recuperar el prestigio del compromiso político e institucional como contribución al bien común y la convivencia”.
Realidad plurinacional Como no podía ser de otro modo, en el discurso del lehendakari hubo también una especial mención al problema territorial del Estado y a la interpretación que de ello se hace en base a la Constitución. Ahora que desde la derecha se incide un día sí y otro también en la necesidad de volver a aplicar el artículo 155 en Catalunya o que barones socialistas no dudan en pedir la ilegalización de los partidos independentistas, Urkullu, por contra, abogó por “una reinterpretación del espíritu de la Constitución mediante una convención positiva”. Y todo ello porque, a su juicio, “el Estado no acaba de asumir su realidad plurinacional y ofrecer cauces de solución a los problemas de naturaleza política”. Además, para el lehendakari “es necesario que el Estado mire al futuro en lugar de seguir mirando al pasado”.
Apuesta europea El lehendakari se refirió también a la convulsión que vive la Unión Europea para destacar la vocación europeísta de la CAV. Urkullu definió con una palabra -incertidumbre- la situación en Europa, una incertidumbre ocasionada por “el Brexit; la rebelión violenta de los chalecos amarillos en Francia; el endeudamiento de Italia, Grecia o España; las corrientes xenófobas y antieuropeas en los países del este; las circunstancias de Alemania y Bélgica; o el distanciamiento creciente de los países nórdicos o la liga hanseática”.
Así, aunque la imagen de la Unión Europea no se encuentre en su mejor momento, Urkullu afirmó que “la sociedad vasca es muy exigente con Europa, pero quiere una mayor integración, una Europa con mayor poder de decisión”. Para el lehendakari, “el futuro de Euskadi es Europa y nos corresponde impulsar un proyecto que recupere los valores fundacionales, una Europa social y centrada en la persona; y una Europa construida de abajo arriba, un proyecto integrador de los pueblos, culturas y naciones que la conforman”.
Prórroga presupuestaria Urkullu, además, anunció que tras la prórroga presupuestaria a la que ha recurrido su Ejecutivo tras no conseguir cerrar un acuerdo presupuestario con EH Bildu, el Consejo de Gobierno aprobará “las medidas necesarias” para que las iniciativas comprometidas en el proyecto de Presupuestos 2019 “sean una realidad a la mayor brevedad”.
De esta forma, se comprometió a apoyar la inversión y la innovación, el impulso a las zonas industriales más desfavorecidas o los planes de inversión en Educación, Salud, Medio Ambiente, Movilidad y Vivienda. También destacó el compromiso del Ejecutivo con las personas pensionistas “que más lo necesitan” mediante la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), el compromiso con los trabajadores públicos, el impulso a la emancipación de la juventud o el programa operativo contra la brecha salarial. “Euskadi va a recibir el nuevo impulso que necesita. Vamos a mantener el modelo de desarrollo humano y crecimiento sostenible; crecimiento de nuestra musculatura ética, humana y de convivencia”, señaló.
Por último, destacó que “no hay soluciones mágicas ni conejos en la chistera, solo conocemos una receta: trabajar más y mejor”. “Estoy convencido de que, también en el nuevo año, vamos a saber mantener este hecho diferencial como un activo al servicio de las oportunidades de nuestra sociedad”, concluyó.