Bangkok - Las autoridades de Indonesia se encuentran vigilantes ante el aumento de actividad del volcán Anak Krakatoa, que el sábado pasado provocó un tsunami que causó 430 muertos y 159 desaparecidos en torno al estrecho de Sonda. La agencia de vulcanología del país (PVMBG) aumentó ayer el nivel de alerta de 2 a 3 en una escala de 4 para el volcán tras el incremento de actividad que provocó la cancelación de al menos una veintena de vuelos debido a la nube de ceniza y humo.
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, pidió “calma” en su cuenta de Twitter a los residentes en la zona y les recomendó mantenerse informados. Las autoridades recuerdan que “las personas y turistas tienen prohibido realizar cualquier actividad dentro de un radio de cinco kilómetros del cráter de la cima del monte Anak Krakatoa”, en el estrecho de Sonda, que separa las islas de Java y Sumatra.
La agencia meteorológica BMKG recomendó que se evite realizar actividades a entre 500 metros y un kilómetro de la costa en este brazo de mar ante la posibilidad de que ocurra otro tsunami como el del sábado pasado. Sutopo indicó que la mejor alerta de tsunami en la zona es un aumento de la actividad volcánica o sísmica.
El Anak Krakatoa, que entró en la actual fase de actividad el pasado julio, sigue registrando erupciones “sin pausa” de tipo estromboliano, con el vertido de lava y la emisión de rocas incandescentes y columnas de humo que cubren de ceniza varias zonas del litoral del estrecho, añadió el portavoz. Según Sutopo, el volcán registró una erupción de pequeña magnitud el 22 de diciembre, pero imágenes de satélite muestran que esta causó el derrumbe de su vertiente suroeste, que al caer al mar habría originado el tsunami que golpeó la costa oeste de Java y del sur de Sumatra con el resultado de los citados 430 muertos y casi 22.000 desplazados.
La columna de humo arrojada por el Anak Krakatoa en su última erupción y que se desplaza hacia el suroeste determinó que los responsables de la aviación civil del país desviaran todo el tráfico aéreo de la zona tras la suspensión de una veintena de operaciones aéreas. “Todos los vuelos son redirigidos debido a la alerta roja por la ceniza del volcán Krakatoa”, informó la agencia de noticias AirNav en un comunicado. Mientras, los equipos de rescate trabajan contrarreloj pero con escasas esperanzas de encontrar a alguna de las 159 personas dadas por desaparecidas. Otros equipos se encargan de repartir alimentos y agua a las víctimas en las zonas más remotas.
El tsunami también obligó a refugiar en centros de evacuación a cerca de 22.000 personas, en gran parte debido a que las autoridades han ordenado la evacuación completa de pequeñas islas del estrecho de Sonda. A estos se suman 1.818 vecinos de dos aldeas del noroeste de la regencia de Banten, la parte de Java afectada por el tsunami, que han tenido que ser evacuadas debido a las inundaciones que padece la misma zona.
El devastador tsunami, de olas entre tres y cinco metros, no desencadenó ninguna alerta porque Indonesia no cuenta con sistemas para detectar olas gigantes provocadas por corrimientos de tierra submarinos como el que provocó el Anak Krakatoa.
Campaña política Mientras prosiguen las operaciones para atender a las víctimas, el candidato a la Vicepresidencia Marauf Amin prometió aumentar el presupuesto para mejorar los sistemas de alarma temprana de tsunamis y la formación, sobre todo de los menores, para mitigar las consecuencias de este tipo de desastres. “Tenemos que contar con herramientas sofisticadas de alarma para los residentes que vivan en áreas afectadas por terremotos o tsunamis”, dijo a periodistas locales Amin, quien se postula en equipo con el presidente, Jowo Widodo, que aspira a la reelección.
Los fallos de los sistemas de alerta será uno de los temas que protagonizarán los comicios del próximo mes de abril. - Efe