La sociedad vasca respalda la política de acercamiento selectivo de los presos de ETA puesta en marcha por Interior y rechaza la postura contraria manifestada por ciertos colectivos de víctimas del terrorismo. Así lo atestigua el último estudio del Euskobarómetro, donde los interpelados señalan que tras la disolución de la banda armada, el 73% de la ciudadanía apoya estos traslados y un 56% no comparte las críticas a los mismos de las citadas asociaciones. Ahora bien, los vascos han endurecido su posición sobre la reinserción de los presos, ya que ha bajado a un 37% la intención de que todos los terroristas que se arrepientan y expresen su decisión de abandonar las armas puedan beneficiarse de las medidas de reinserción, mientras que el 31% de encuestados sostiene que solo podrían aplicarse a aquellos que no tengan delitos de sangre. Otro 19%, con un retroceso de 14 puntos en el último año, suman los que siguen sin estar dispuestos a perdonar y creen que los reclusos de ETA deben cumplir íntegramente sus penas.

Los vascos validarían la reinserción individual de los presos, la aplicación selectiva de beneficios penitenciarios o el retorno de los activistas huidos, pero la amnistía sigue contando con el rechazo mayoritario. Asimismo, para una amplia mayoría de más de dos de cada tres ciudadanos (67,8%) deben desaparecer pintadas y carteles de enaltecimiento de ETA y sus activistas, frente a algo menos de uno de cada cinco que piensan lo contrario (18,8%). Algo similar sucede con el rechazo mayoritario a los homenajes y recibimientos públicos a miembros de ETA excarcelados, por considerarlos contraproducentes para la reconciliación (58%), frente a una minoría que los ve como necesarios (15,9%).

De la encuesta, realizada en domicilios vascos entre los pasados 15 de octubre y 9 de noviembre, se desprende también que, sobre el reconocimiento o no del estatus de nación para Euskadi, un 45,2% de los vascos está a favor y un 37,7% se opone, mientras que el 17% no se pronuncia al respecto. Quienes lo avalan (55%) piensan que debería implicar el derecho de autodeterminación, mientras que un 34,8% se conformaría con la convivencia plurinacional, y un 10% no se decanta. Asimismo, el debate sobre la reforma del autogobierno que se da en la ponencia del Parlamento Vasco no se sigue con interés por el 74% de los vascos, ni siquiera entre los nacionalistas. Al ser preguntados por las alternativas al actual estatus de autogobierno, un 21% apuesta por “dejarlo como está” y un 33% se conforma con completar las transferencias. Quienes se decantan por retocarlo alcanzan el 25%, y un 11% apuesta por la ruptura soberanista.

La fórmula autonómica es la preferida del 36%, seguido del escenario federal (28%) y la independencia (25%). De celebrarse un referéndum , el no alcanzaría el 39%, lo que supone 8 puntos menos que hace seis meses, mientras que el sí se mantendría en el 32%.

74%

Un 74% de los ciudadanos aprueba la gestión del Gobierno Vasco mientras que un 23% la suspende. La sociedad vasca atribuye al Ejecutivo de Iñigo Urkullu una calificación media de 5,3. Preguntada por la trayectoria de los partidos vascos con representación parlamentaria, solo el PNV vuelve a obtener un saldo positivo de 12 puntos entre los juicios positivos (36%) y negativos (23,9%). El 37% hace una valoración mala del Gobierno del PSOE.