bilbao - El primer encuentro entre la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, arrojó ayer como principal novedad que la Ertzaintza ha quedado inmediatamente facultada para cruzar la muga con el Estado francés cuando se encuentre inmersa en el fragor de una persecución contra un sospechoso. Esta posibilidad, conocida en la jerga policial como persecución en caliente y que se contempla dentro de los acuerdos europeos del espacio Schengen, no había sido reconocida oficialmente a la Ertzaintza hasta la anterior legislatura del expresidente Rajoy y había sido motivo de disputas. Tras la cita celebrada ayer en Madrid, esta posibilidad, que Marlaska hereda de los acuerdos firmados por el exministro Zoido y se limita a ratificar, ha quedado finalmente asentada y lo ha hecho, además, en un momento tan simbólico de amenaza global del terrorismo yihadista.

Este acuerdo no lleva en sentido estricto el sello de Marlaska ni es un gesto de Pedro Sánchez, sino que fue encauzado durante la pasada legislatura de Rajoy con el entonces ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. De hecho, la reunión de ayer tenía por objeto hacer un seguimiento de los acuerdos logrados en la Junta de Seguridad celebrada en suelo vasco en 2017 y no hubo mayores novedades. Aunque en la nota informativa remitida tras el encuentro se menciona que falta acordar formalmente la habilitación y la fecha para poner en marcha las persecuciones en caliente, fuentes del departamento aseguraron a este periódico que el asunto está “cerrado”, el trabajo técnico ya está hecho y se habilitará de manera “inmediata” a la Ertzaintza para cruzar la frontera si alguien se da a la fuga.

Es el único asunto que quedó cerrado en el encuentro de ayer, que ha llegado con cierto retraso tras el ascenso de Pedro Sánchez a La Moncloa el pasado mes de junio. Marlaska ha estado muy encima de la crisis migratoria y los asuntos relacionados con la seguridad en Catalunya, que además afronta este viernes una jornada clave con el aterrizaje del Consejo de Ministros. Son asuntos que captan toda su atención, aunque también ha realizado algún movimiento en materia de política penitenciaria que ha sido considerado insuficiente por parte de la izquierda abertzale porque no se han producido acercamientos de los presos a cárceles vascas.

En la cita con Marlaska no hubo grandes novedades. Se abordaron el nivel de riesgo por la amenaza yihadista, la participación de la Ertzain-tza en los grupos de trabajo del Ministerio para articular la posición a defender en los órganos europeos, el acceso de los agentes vascos a la información policial europea y la conexión para intercambiar información con las cárceles y vigilar la entrada y salida de prisión de víctimas y agresores en los casos de violencia machista.

interlocutores El valor del encuentro residió sobre todo en que fue un primer contacto entre los máximos responsables vascos y españoles tras el cambio de gobierno en Madrid. Además, se sentaron las bases para celebrar una nueva Junta de Seguridad. En el encuentro de ayer acompañaron a Marlaska la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella; y los directores de la Guardia Civil y la Policía española, Félix Azón y Francisco Pardo, respectivamente. Con Beltrán de Heredia estuvieron su viceconsejero, Josu Zubiaga; el director de la Er-tzaintza, Gervasio Gabirondo; y el director de Coordinación de Seguridad, Rodrigo Gartzia.