MADRID. Los servicios de emergencia han admitido que el área afectada es mayor de lo que se creía inicialmente, por lo que prevén que el balance de víctimas siga aumentando. El sábado, el vicepresidente indonesio, Jusuf Kalla advirtió de que el número de fallecidos podría ser de varios miles.
El portavoz de la BPNB, Sutopo Purwo Nugroho, ha elevado a 832 el balance provisional de fallecidos, mientras se sigue buscando a más víctimas entre los escombros de los edificios destruidos, bien por los temblores o por la fuerza con la que el mar entró en tierra firme, informa la agencia Reuters.
Un primer terremoto, de magnitud 6 en la escala de Richter, sacudió la zona el viernes a las 16.00 (hora local), con un epicentro cercano a la localidad de Donggala. Un segundo seísmo de magnitud 7,4 golpeó el área de Palu y desencadenó el tsunami, que duró más de media hora y movió olas de hasta seis metros de altura.
El presidente, Joko Widodo, se ha desplazado este domingo hasta la zona afectada como gesto de apoyo a las víctimas y a los servicios de emergencia. El Gobierno indonesio destinará 560.000 millones de rupias (unos 32,3 millones de euros) como respuesta ante la tragedia a petición de la BNPB, según ha informado la agencia oficial Antara.