madrid - Tras la dimisión de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, por las irregularidades en su trabajo de fin de máster, y después de que Pedro Sánchez hiciera pública su tesis doctoral y demostrara que en la misma no hay plagios, todas las miradas se han dirigido hacia el presidente del PP. Pese a que sigue pendiente de que el Tribunal Supremo decida si investiga o no su propio trabajo de fin de máster, Pablo Casado se ha sacudido de encima estos antecedentes inmediatos e insistió ayer en que no dimitirá de su cargo. Alegó que su trabajo bajo sospecha no es en realidad un máster. “No puedo renunciar al título porque no tengo título, no tengo tesis, ni tesina, ni trabajo de fin de máster, ni siquiera un título habilitante, porque lo mío es un curso de doctorado”, aseveró.
Alegó que esta controversia obedece a los cambios que introdujo el Plan Bolonia, según el cual “durante dos años, a lo que eran los cursos de doctorado que habilitaban a investigar y escribir una tesis, se les llamo máster”. En declaraciones realizadas en Lisboa, optó por redoblar sus críticas contra el Gobierno de Pedro Sánchez utilizando para ello el conflicto catalán. Así, censuró que el presidente español está “más pendiente de contentar a sus socios independentistas” que de explicar lo que está ocurriendo en Catalunya.
Arremetió también contra la inestabilidad del gabinete socialista, por lo que dijo que “no sabemos” cuándo se celebrarán elecciones generales. Una estrategia por la que también optó el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que pidió a Sánchez que, “por muy nervioso que esté, no anteponga el sillón a los intereses de España” y que convoque elecciones generales. El líder naranja, que no se refirió a la polémica relativa a sus propios estudios de doctorado, reprochó a Sánchez que le señale como “el enemigo” por cuestionar su tesis, pero que haga la vista gorda con los independentistas.
Rectificación Mientras PP y C’s se enrocaron en su exigencia de explicaciones al presidente del Gobierno español, varios ministros y altos cargos del PSOE defendieron ayer su honorabilidad y censuraron que partidos y también medios de comunicación usen el “todo vale” para calumniarlo. En un acto del PSE en Bilbao, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, afirmó que está “todo aclarado” en relación con la tesis de Sánchez, por lo que el PP y Ciudadanos, a los que acusó de utilizar “métodos escasamente democráticos”, deben “pedir perdón” por su actuación.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Josep Borrell, censuró las formas del “todo vale” que ciertos partidos políticos y medios de comunicación han utilizado, a su juicio, para “calumniar” a Sánchez. El Ejecutivo remitió en la noche del viernes un burofax a ABC, El Mundo y OkDiario pidiéndoles que se retracten de las informaciones en las que acusaban al presidente de plagiar su tesis, lo que provocó nuevas críticas de PP y C’s.
La vicesecretaria general y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, defendió desde Asturias a Sánchez: “No hay persona más honesta que el presidente del Gobierno”, lo que ha demostrado, dijo, en toda su trayectoria política y especialmente “en los tres últimos años, que han sido muy duros”.