MADRID. Así lo ha manifestado Grande-Marlaska en la Comisión de Interior del Congreso, donde comparece, a petición propia y del PP, para, entre otros asuntos, explicar esa política.
En concreto, se ha referido al acercamiento este mismo verano hasta la cárcel de Basauri de dos presos etarras arrepentidos que cumplían condena en Asturias -Olga Sanz y Javier Moreno-, que habían accedido recientemente al tercer grado y solicitaron el traslado.
Precisamente, según ha explicado el ministro, Olga Sanz accedió al tercer grado en febrero de este año, cuando aún gobernaba el PP, mientras que la Junta de Tratamiento de la cárcel pidió en abril -también con el Ejecutivo de Mariano Rajoy- el acceso al régimen abierto.
Además, ambos fueron trasladados en el primer semestre de 2016 desde cárceles de Madrid a la asturiana de Villabona.
Tras dejar claro que el acercamiento de presos de ETA siempre tendrá un tratamiento "individualizado", Grande-Marlaska ha reconocido que la política de dispersión fue "exitosa" en la lucha contra ETA, pero ha recordado que ya los dirigentes del PP vasco y el propio exministro Jorge Fernández Díaz apostaron por revisarla una vez que la banda cesó en su violencia.
"Mi compromiso con las víctimas es férreo", ha enfatizado el ministro antes de dejar claro que no permitirá que se utilice a ese colectivo ni "críticas falsas" ni "se mienta" sobre el traslado de presos.
Y ha concluido: "Habrá traslados, pero con criterios de legalidad, individuales y necesarios".