IRUÑEA. Insólita aventura la que se vivió este domingo en la Policía Municipal de Iruñea, cuando se recibió la llamada de una persona con una fuerte resaca etílica que se había despertado a las 11 de la mañana en un baño que no era el suyo.

El individuo se comunicó con la Policía asustado porque al quedarse dormido tras una noche de borrachera se había quedado encerrado en los servicios de un local de hostelería de la ciudad, pero no sabía en cuál. Gracias al GPS los agentes lograron determinar la ubicación exacta del afectado vecino, que a las 15:30 horas finalmente pudo reemprender el camino a casa.