londres - El sistema sanitario público británico, conocido popularmente como NHS, no ha planeado lo suficiente cómo lidiar con el impacto de un Brexit sin acuerdo, advierte el grupo que representa a los hospitales y ambulancias de toda Inglaterra.

La mala coordinación entre los ministros y los jefes de los servicios sanitarios se traduce en que no se ha podido preparar un escenario en el que el Reino Unido se quede sin acuerdo con el bloque común, tal y como se explica en una carta filtrada por los proveedores de servicios del NHS. En ella, se resalta el riesgo de escasez de medicamentos y la propagación de enfermedades.

En esa línea, el director ejecutivo de los proveedores del NHS, Chris Hopson, explica como “la coordinación de salud pública y el control de enfermedades podría verse afectada”, explicando cómo un Brexit difícil o sin ningún tipo de acuerdo podría afectar negativamente a “toda la cadena de suministro de productos farmacéuticos” y “poner en peligro” a los ciudadanos de la UE.

La carta de Hopson, fue enviada al jefe ejecutivo de NHS de Inglaterra, Simon Stevens, y al responsable de mejoras del NHS, Ian Dalton, y fue publicada por el diario The Times. Hopson menciona como lo importante es que se lleve a cabo una planificación detallada de la operación en todo el NHS y como para lograrlo sería más “eficiente y efectivo” que los ministros y los responsables del NHS elaboren un plan nacional de contingencia, en vez de hacerlo de manera individual para cada hospital o centro de salud. En concreto, teme que esa citada falta de coordinación, pueda traducirse en que haya “reservas y escasez de medicamentos y de dispositivos médicos”.

El mes pasado, Stevens reconoció que se estaba llevando a cabo una planificación “extensa” para prepararse para un escenario sin acuerdo. “Existe una planificación inmediata para que el departamento sanitario, junto con otros departamentos del gobierno, aseguren el suministro de medicamentos y un equipo en diferentes escenarios”.

Tampoco hay que olvidar la “fuerza de trabajo en la que se basa el NHS”, pues hay un alto porcentaje de enfermeros españoles y de otros países de la UE. En total, se calcula que los hospitales británicos necesitarán hasta 3.500 nuevos médicos al año para abordar la escasez de personal, a menos que Theresa May elimine la introducción de un visado para trabajadores cualificados.

Informe El informe realizado por la empresa Global Future revela que uno de cada 11 puestos del servicio sanitario está actualmente vacante y cómo el Reino Unido parece estar fallando a la hora de atraer al personal europeo que necesita, una situación que algunos temen que solo empeorará después del Brexit. En la actualidad, aproximadamente uno de cada ocho (12,5%) de los 1,2 millones de empleados del NHS Inglaterra proceden del extranjero.

En el caso concreto de las enfermeras europeas trabajando para el NHS, el número ya ha disminuido desde que se celebró el referéndum, mientras que la proporción de médicos que obtuvieron una licencia para ejercer en el Reino Unido disminuyó del 25% en 2014 al 16% en 2017.

A nivel ministerial, el responsable de Salud británico, Matt Hancock, dijo a los pacientes y a los médicos que no acumulen medicamentos en el periodo previo al Brexit. En una carta a todas las organizaciones del NHS, médicos y farmacias, Hancock amenazó con investigar a cualquier médico que acumule reservas innecesarias. Sin embargo, sí que autorizó a las compañías farmacéuticas a acumular un inventario de medicamentos de seis semanas, en caso de que se interrumpan los suministros.

Desde filas laboristas, apuntan a como los temores a una escasez de medicinas muestran que los pacientes están siendo puestos en riesgo por la incapacidad del gobierno de Theresa May de prepararse para un Brexit sin acuerdo.