BILBAO - A su regreso de vacaciones de Rusia, Lander Martínez se afana en engrasar su partido de cara a prepararlo para el próximo curso político que se abrirá tras el paréntesis estival. Este ingeniero informático de 28 años, natural de Gasteiz aunque desde hace diez residente en Bilbao, mira ya a las elecciones municipales y forales del próximo año en las que espera convertirse en la primera fuerza de la oposición en Bilbao.

¿Está satisfecho con este último curso político?

-Sí, hemos hecho un gran trabajo, no solo a nivel de partido en el que nos hemos consolidado y seguimos creciendo como organización, como se va a ver en las elecciones municipales y forales de 2019; pero sobre todo hemos hecho un buen trabajo con la coalición Elkarrekin Podemos (Podemos, Ezker Anitza y Equo) porque ha tenido un papel central en los grandes temas del Parlamento, como la reforma de la ley de la RGI y con otras iniciativas de materia social e igualdad.

Habla de crecimiento como organización, pero en la calle parece que Podemos no tiene tanta presencia como en los primeros años.

-Después de cuatro años de trabajo un partido político no puede estar viviendo en un permanente boom. Podemos ha desarrollado sus estructuras, su presencia está clara porque no solo está en más de 60 municipios y tiene más de 20 sedes abiertas. Además, es notable la capacidad de protesta social y de presencia en las diferentes brechas sociales como pueden ser el movimiento feminista o el de los pensionistas o el de los taxis. No es la explosión al nivel de hace cuatro años porque ya hemos madurado.

¿Esa maduración le ha llevado a ir abandonando una manera de hacer política con eslóganes como “casta” y sobreactuando con gestos?

-Hay momentos para todo. Hay momentos en los que se hacen diagnósticos y se actúa en base a ellos; y en otros, como ahora, al menos a nivel de Estado, no toca una estrategia de oposición directa al Gobierno Sánchez porque hemos apoyado la moción de censura para desalojar a Rajoy. Además también depende del estilo o el perfil de cada dirigente o portavoz. Yo, creo, tengo un estilo más calmado, más apropiado para cómo se hace la política en Euskadi. Aquí las palabras gruesas no gustan, no marcan la manera de hacer política, la gente agradece la educación, el buen trato y las buenas palabras, lo que no significa renunciar a la crítica. Nosotros hemos sido muy críticos, especialmente con el PNV y su labor en el Gobierno Vasco, pero sin ofender a nadie.

¿Les ha afectado en su imagen el affaire del chalé de Pablo Iglesias o el caso del asistente de Echenique sin contrato o incluso la marcha de Nagua Alba al frente de Podemos de la CAV pero manteniendo su acta de diputada en Madrid?

-Son cosas que no son comparables. En el caso de Alba hay que decir que un cargo orgánico no va ligado a un cargo público y ni ella ni nadie tendría porqué renunciar a su acta de diputado por dejar de ser secretaria general del partido, a menos que el partido se lo pidiera, cosa que no ocurrió. En el caso del chalé, creo que algo si ha afectado, no siempre de manera justa porque ha habido una estrategia de acoso y derribo contra Iglesias y Montero por una cuestión privada que no debería tener relevancia política. En otros casos, siempre va a haber errores, incluso algún día yo mismo podría, o no, tener un error personal que tendría un coste a asumir.

Dice que no les toca una oposición al Gobierno Sánchez pero le han retirado la confianza en el techo de gasto y finalmente va a gobernar con el límite de déficit del PP.

-La primera persona que ha de hacer su trabajo y lograr los apoyos es Pedro Sánchez. En cualquier caso, el techo de gasto no iba a salir adelante con independencia de lo que hiciera Podemos porque el PP, que tiene mayoría absoluta en el Senado, no lo iba a apoyar. Pero además cuando uno quiere que sus aliados le apoyen, tiene que tenerlos en cuenta, trabajar con ellos y seguir el camino que le marcan. Nosotros le propusimos una agenda alternativa de gasto y él prefirió presentar una propuesta más templada, pensando más en un eventual apoyo del PP. Eso provocó que Podemos se abstuviera.

El ‘efecto Sánchez’ parece que le está robando protagonismo y electorado a Podemos.

-Está en un momento de luna de miel, es normal. Sabemos que el Gobierno de Sánchez principalmente se va a mover por gestos, gestos que si son positivos vamos a apoyar pero deberán ir acompañados de pasos y cambios políticos profundos. Podemos no va a tener ningún problema en cuanto a su representatividad electoral porque la ciudadanía entiende que sin Podemos el Gobierno de Sánchez no tendrá ninguna viabilidad. Nos toca hacer valer nuestro papel como un partido necesario para que el Gobierno Sánchez pueda tomar las medidas adecuadas.

¿Y cómo lo van a hacer? ¿Subrayando su perfil de izquierda?

-Hubo una hoja de ruta que marcó Iglesias con 20 medidas necesarias para un gobierno progresista y ese es el camino a seguir. Son propuestas beneficiosas y perfectamente ejecutables por un gobierno que se reivindica como progresista. Si es así, prestaremos nuestras propuestas y nuestro trabajo.

¿Qué objetivos se marca Podemos de la CAV de cara a las elecciones municipales de 2019?

-Nos marcamos un doble objetivo: por un lado, que el 85% de la población tenga una papeleta municipal de Podemos, esto es, poder presentarse en alrededor de 60 municipios vascos que cubren ese espectro de población; y, por otro, nos fijamos un mínimo de cien concejales. Podemos lograrlo pero en cualquier caso será un éxito porque será la primera vez que nos presentamos con nuestra marca.

¿Y con qué marca se van a presentar a las municipales? ¿Van a dejar atrás la confusión de nombres de los anteriores comicios?

-Esto ha cambiado totalmente. La apuesta es ir en coalición con Ezker Anitza y Equo, y nosotros apostamos por el nombre Elkarrekin Podemos. En breve espero que cerremos el asunto entre las tres formaciones para poder presentar ya una marca definitiva. Además, la marca Elkarrekin Podemos ya tiene una trayectoria de dos años en el Parlamento Vasco que permite reconocer claramente que cuando uno vota a Elkarrekin Podemos se está votando a Podemos en Euskadi.

¿Para cuándo una alcaldía importante?

-Espero que para 2019. Los números están ahí y tenemos los pies en el suelo, pero no vamos a tener ningún problema para ser la primera fuerza de la oposición en Bilbao. En Gasteiz puede pasar de todo y además hay municipios en la Margen Izquierda de Bilbao (Barakaldo, Portugalete, Ortuella) en los que podemos tener un resultado muy alto que nos permita realizar alianzas progresistas para alcanzar alcaldías.

Alianzas progresistas, ¿con quién?

-Con PSE y EH Bildu, sabiendo que cada uno tiene sus mochilas, siendo conscientes de que el Partido Socialista está atado al PNV y en algún momento tendrá que tomar esa decisión de o bien sigue siendo muleta de los jeltzales o prefiere optar por alianzas progresistas. Por otro lado, sabemos que Bildu, que evidentemente es una fuerza progresista, ahora ha decidido priorizar la cuestión nacional y su vía soberanista en la reforma del Estatuto. Si hubiera una priorización de lo social, no habría problema para sentarnos a hablar.

¿Qué opina del acercamiento de presos de ETA y la kale borroka?

-Me alegro de que se den pasos que espero sean sólidos y firmes. Cuanto antes todos los presos que están lejos de su tierra deberían poder cumplir sus condenas lo más cerca posible de sus lugares de origen, sin condiciones de ningún tipo y en cumplimiento de la ley. Se está demostrando que cumpliendo la ley es posible acercarlos. Ya lo está haciendo Francia y espero que España lo haga cuanto antes.

Y los presos, ¿qué pasos deberían dar para mejorar su situación y facilitar la convivencia?

-Para ser acercados no tienen que dar ningún paso porque es una cuestión de legalidad y humanidad, pero creo que sería beneficioso para ellos y para la convivencia que reconocieran lo injusto del daño que han causado, que nunca tuvo que pasar. Eso ayudaría facilitaría el trabajo al Gobierno español pero sobre todo ayudaría a la construcción del proceso de convivencia y a la deslegitimación de la violencia, el asesinato y el terrorismo.

¿La izquierda abertzale puede ayudar a los presos?

-La decisión final la tienen los presos pero la izquierda abertzale tiene un papel político en todo este proceso y sus avances en las posiciones respecto a la convivencia en Euskadi siempre van a ayudar. Me gustaría que hiciera un reconocimiento del papel que ha jugado durante muchos años en el conflicto violento.

¿Los homenajes a expresos de ETA ayudan en ese proceso?

-No me gustan y creo que hay que rechazarlos tajantemente. Entiendo que la familia y sus amigos quieran recibir al preso cuando queda libertad pero este recibimiento se puede hacer en privado y sin revictimizar a las víctimas de sus atentados.