El portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), David de León, dio los últimos datos a la prensa y reconoció que uno de los muertos es un empleado de la institución, que trabajaba en una vivienda para planificar la evacuación.
La ceniza que lanzó el coloso alcanzó los 10.000 metros de altura sobre el nivel del mar y, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), esta erupción, la segunda en 2018 del volcán de Fuego, es la mayor de los últimos años.
Ante esta catástrofe, el Ministerio de Educación anunció la suspensión de las clases en los departamentos de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez, que han sido declarados por la Coordinadora Nacional de Desastres en alerta roja.
El Gobierno de Guatemala, encabezado por su presidente Jimmy Morales, decidió decretar el estado de calamidad en los tres departamentos para atender la emergencia, de la que el secretario de la Conred, Sergio García, dio más detalles.
Según explicó, entre los heridos se encuentran 12 niños, cuatro de ellos con quemaduras de tercer grado, lo que obligó a las autoridades a su traslado al Hospital Roosevelt, de la capital.
García dijo que la aldea El Rodeo, en el departamento sureño de Escuintla, prácticamente quedó soterrada por la avalancha que descendió del cono volcánico y que el panorama es "bastante delicado" porque la lava no deja entrar.
Hay un número indeterminado de desaparecidos y 3.100 personas han sido evacuadas, apuntó, al agregar que se continúan realizando las evaluaciones de los daños causados por la erupción del volcán de Fuego, de 3.763 metros de altura.
Toda Guatemala fue declarada en alerta anaranjada o de prevención, mientras que los departamentos de Escuintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, donde su ubica el volcán de Fuego, están en alerta roja.
El presidente Morales anunció que sus homólogos de México, Enrique Peña Nieto;Honduras, Juan Orlando Hernández, y de El Salvador, Salvador Sánchez, le expresaron su solidaridad y le ofrecieron ayuda.
Aparte de la ayuda de varios países, Naciones Unidas expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y los afectados, además de manifestar su "disposición de apoyo" al Gobierno y a la sociedad para atender esta emergencia.
Es "importante redoblar los esfuerzos y medidas para prevenir que otras poblaciones resulten afectadas", dijeron las organizaciones de la ONU en un comunicado, en el que añadieron que ponen a disposición del Estado guatemalteco "los mecanismos de atención humanitaria".
El aeropuerto internacional La Aurora permanece cerrado como medida de prevención debido a que la pista se llenó de ceniza.
El ministro de Salud, Carlos Soto, aseguró que todos los hospitales están en alerta para atender a los afectados por esta emergencia.
Medios de comunicación local han divulgado vídeos en los que se observa a las personas atrapadas por la avalancha incandescente que bajó del cráter del cono, el más activo de los 32 de Guatemala.
La actividad también dejó tres tendidos eléctricos dañados y un puente, dijo el secretario de la Conred.
Aclaró que la evacuación no se realizó por la mañana porque el panorama de la erupción no era tan fuerte, sino que fue hasta en horas de la tarde cuando fueron alertados de la avalancha de flujo piroclástico.
La ceniza que lanzó el volcán alcanzó hasta los departamentos de Baja Verapaz (norte) y El Progreso (oriente).
El Ejército desplazo a varias brigadas para colaborar en la labores de rescate de las personas que están atrapadas en sus comunidades.
Las autoridades advirtieron de que las lluvias son ahora la amenaza no solo para la población, sino para las carreteras que están ubicadas en los alrededores del volcán, e hicieron un llamamiento a los alcaldes para que verifiquen si el agua potable está o no contaminada.
El Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo (Mides), ha enviado asistencia humanitaria para las poblaciones afectadas por la erupción volcánica.