MADRID. Uno de ellos, Adur Ramírez, incluso ha afirmado que no estaba en el bar Koxka, donde ocurrieron los hechos, sino que se marchó a su casa horas antes. A preguntas de su abogada, ha indicado que se enteró de todo lo ocurrido al día siguiente por la cantidad de mensajes y llamadas que recibió.
Unamuno y Ramírez se enfrentan a una petición fiscal de 50 años de prisión por cuatro delitos de lesiones terroristas, mientras que para Arnanz se solicitan 62 años y medio de cárcel por los citados delitos más uno de amenazas terroristas. Ninguno de los tres ha querido contestar a las preguntas de Fiscalía y acusaciones y sólo han respondido a sus abogados.
Asimismo, también han negado pertenecer activamente a los movimientos Alde Hemendik u Ospa Eguna, que defienden la salida de las fuerzas de seguridad del Estado de Hegoalde, aunque sí han reconocido haber participado en algún acto de los mismos.