Berlín - La canciller alemana, Angela Merkel, instó ayer a avanzar en la integración de la UE, tanto en seguridad y política migratoria, como en economía y política exterior, porque “las cuestiones de nuestro tiempo” exigen “respuestas europeas” y el mundo no espera. “Estoy convencida de que el mundo no nos espera, ni a Alemania ni a la UE. Necesitamos más que nunca respuestas europeas a las cuestiones urgentes de nuestro tiempo”, aseguró la canciller en una declaración de Gobierno ante el Bundestag (cámara baja) antes del Consejo Europeo informal de hoy en Bruselas. Merkel apostó por “un resurgimiento para Europa”, algo que su nuevo gobierno -pendiente de la consulta a la militancia socialdemócrata- quiere convertir en un asunto prioritario desde el convencimiento de que “a Alemania sólo le irá bien a largo plazo si le va bien a Europa”. La canciller destacó tres áreas en las que, a su juicio, debe avanzar la integración europea -la política migratoria, la economía y la política exterior y de seguridad- y abogó por reforzarlas en el presupuesto plurianual que los líderes comenzarán a debatir este viernes. La salida del Reino Unido de la Unión Europea será un punto de inflexión, pero Berlín quiere verlo también como “una oportunidad” para revisar las finanzas comunitarias y dirigir fondos a las políticas prioritarias, de modo que se logre una unión “con capacidad de actuar, solidaria y segura de sí misma”, señaló Merkel.

En el primer capítulo, la inmigración, apostó por mejorar aún más el control de las fronteras europeas, lo que exige un “refuerzo enorme” de la agencia Frontex, Defendió también luchar contra las causas de las migraciones, apoyando a los países de origen para que puedan ofrecer perspectivas laborales y económicas a su población, y abogó por lograr para junio avances claros hacia un sistema de asilo común “resistente a crisis y solidario”, lo que exige, recordó, un reparto justo de los refugiados en Europa.

En el capítulo económico, pidió “no dormirse en los laureles” una vez superada la crisis de la deuda y reforzar la competitividad con inversiones en investigación, digitalización y infraestructuras, al tiempo que se continúa con las reformas estructurales. A su juicio, el Pacto de estabilidad y crecimiento debe seguir siendo la “brújula” en ese camino.

Merkel reconoció asimismo la importancia de mantener una fuerte “política de cohesión” y de que los fondos estructurales lleguen a todas las regiones que los necesiten, pero recordó también que “la solidaridad no es una calle de sentido único”.

Como tercer capítulo clave, abogó por la unidad en política exterior y de defensa y aprovechó la ocasión para instar a Rusia e Irán a usar su influencia para atajar la “masacre” que se está perpetrando en Guta Oriental, feudo opositor al régimen sirio en las afueras de Damasco

Merkel recordó que en 2019 la UE experimentará cambios radicales, como la salida del Reino Unido, la elección de un nuevo Parlamento y de una nueva Comisión y el fin del mandato del presidente del Consejo, Donald Tusk, y subrayó la necesidad de prepararse este 2018.

Se requiere, a su juicio, “perseverancia, responsabilidad” y disposición para trabajar por Europa, algo a lo que está dispuesta Alemania, garantizó. En este contexto ratificó su apoyo a que se establezca “un dialogo directo con los ciudadanos” para defender las ideas europeas y escuchar sus preocupaciones, una iniciativa que se comprometió a defender hoy viernes en el Consejo junto al presidente francés, Emmanuel Macron.

El ‘brexit’, contra los derechos La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) alertó ayer de que la salida británica de la Unión Europea (UE) erosionará de manera “significativa” la protección de los derechos humanos en el Reino Unido. “Los británicos ni siquiera saben que sus derechos, que tanto les ha costado conquistar, están amenazados”, señala AI en un comunicado, a la vez que lamenta la intención del Reino Unido de eliminar de su legislación los artículos de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

Antes de desligarse de la UE, previsiblemente el 29 de marzo de 2019, Londres transpondrá gran parte del cuerpo legal comunitario a la legislación británica, pero excluirá el documento que sienta las bases de los derechos personales, civiles, políticos y económicos de los ciudadanos comunitarios.

Esa decisión “debilita las protecciones actualmente disponibles para los británicos”, que dejarán de poder ampararse ante los tribunales en “principios generales” establecidos en la Carta europea, como el derecho a la igualdad, según AI.

La organización humanitaria advierte además de que la necesidad que tendrá el Reino Unido de firmar nuevos acuerdos comerciales en todo el mundo al abandonar la Unión puede debilitar el compromiso de Londres por defender los derechos humanos en terceros países.

“Estamos preocupados por el hecho de que Londres puede utilizar su salida de la Unión Europea para justificar un modelo comercial más inflexible, lo que puede significar que se rebajen (las exigencias) sobre derechos humanos”, afirmó la directora de AI en el Reino Unido, Kate Allen. “No debemos comerciar con nuestros valores, con la excusa de firmar nuevos acuerdos”, sostuvo Allen, para quien se debe exigir que los países con los que se comercia mantengan unos estándares laborales “decentes” y permitan la libertad de expresión, entre otros derechos. Según AI algunos sectores de la prensa china alabaron a la primera ministra británica, Theresa May, por haber “resistido la presión” de criticar el tratamiento de Pekín a los manifestantes en favor de la democracia en su reciente visita al país asiático. La organización critica asimismo la “aparente falta de voluntad de hablar en público sobre derechos humanos” de las delegaciones comerciales británicas que han viajado a países como Arabia Saudí, Filipnas y Estados Unidos- Efe