- En el cierre de un año en el que la nunca solventada crisis territorial española ha alcanzado sus mayores cotas de crispación en Catalunya, el lehendakari, Iñigo Urkullu, apeló ayer en su tradicional recepción navideña a “avanzar en un nuevo modelo de Estado, también de Europa, que asuma, reconozca y respete sus propias realidades nacionales”. Urkullu, que trató sin éxito de mediar entre la Generalitat y el Estado cuando el Govern de Carles Puigdemont ejecutó la vía unilateral hacia la independencia, y que ha sido crítico con la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la judicialización del conflicto, defendió la necesidad de apostar por “el diálogo y la búsqueda de soluciones políticas para dar respuesta a problemas de naturaleza política”.

Ante los representantes de las formaciones parlamentarias que trabajan a día de hoy en las bases para renovar el Autogobierno vasco, Urkullu puso en valor el modelo que el Gobierno Vasco trata de impulsar en esta legislatura para la redefinición del estatus de Euskadi en el Estado. Así, el lehendakari recordó que “en Euskadi tenemos la oportunidad de alcanzar un acuerdo integrador como base para plantear un nuevo pacto con el Estado que respete la relación bilateral con garantías”.

En ese sentido, señaló que el punto de partida debe ser “la defensa y reclamación del Autogobierno reconocido, sin renuncias”, un objetivo con el que coincide la inmensa mayoría del arco parlamentario y que debe ser el primer paso para “profundizar, actualizar y adecuar nuestro Autogobierno”.

Efectivamente, una de las tareas clave de la Cámara vasca en la actual legislatura es la de alcanzar un pacto para la renovación del Estatuto de Gernika que, sin excluir el derecho a decidir, sea refrendado por la ciudadanía y negociado con el Estado. A pesar de que los dos socios en el Gobierno Vasco, PNV y PSE, mantiene posiciones divergentes sobre dicho derecho de autodeterminación, ambos partidos acordaron derivar el debate a la Cámara de Gasteiz, que en la actualidad debate en ponencia las propuestas de cada grupo político.

Por otro lado, Urkullu hizo hincapié en la defensa del Concierto Económico, la “clave de bóveda de nuestro Autogobierno”, en un momento en el que el hilo de conexión entre las haciendas vascas y el Estado, el Cupo, está siendo cuestionado por fuerzas en auge como Ciudadanos o pesos pesados del PSOE. Todo el discurso de Urkullu giró en torno al auzolana, el trabajo en común ente toda la ciudadanía, lo que a su juicio es “antónimo” del “egoísmo o privilegio” del que se habla cuando se critica el Cupo como herramienta para ajustar cuentas entre Euskadi y el Estado.

En todo caso, el término auzolana, convertido en lema del Ejecutivo, es de aplicación también por el lehendakari en el ámbito del Tercer Sector, al hilo del “compromiso de la sociedad en su conjunto para que toda persona tenga una vivienda digna; o la colaboración entre Ertzaintza y policías locales por la seguridad”. Ese espíritu de colaboración es también aplicable, recordó, a organizaciones como Salvamento Marítimo Humanitario, “que ha rescatado a 800 personas en el Mediterráneo”.

Por otro lado, Urkullu puso en valor el trabajo de “un país que invierte en estabilidad, aprueba sus presupuestos y cumple los requisitos financieros”. Así, el lehendakari recordaba el acuerdo con el PP en torno a unas Cuentas en las que “tres de cada cuatro euros van destinados a Salud, Educación y Protección social”.

Además, el lehendakari recordó los cuatro pilares sobre los que se sustenta el acuerdo de gobierno entre PNV y PSE, y que pasan por “el empleo, la reactivación y la sostenibilidad; el desarrollo humano, la integración social, la igualdad y los servicios públicos de calidad; la convivencia y los derechos humanos; y más y mejor Autogobierno”.

Señaló además el lehendakari los cuatro retos a los que se enfrenta la sociedad vasca de cara al futuro, el de la Educación, el demográfico y “la apuesta por la juventud”, el reto de la innovación y digitalización, y por último el de la internacionalización.

Finalmente, Urkullu abogó por construir una Euskadi “solidaria y comprometida”, una Euskadi “de oportunidades y abierta al mundo”.

Cuatro pilares. En su discurso, el lehendakari Urkullu recordó los cuatro pilares sobre los que se sustenta el programa de gobierno que firmaron de PNV y PSE hace un año. Se trata de la creación de empleo, la reactivación económica y la sostenibilidad; el desarrollo humano, la integración social, la igualdad y los servicios públicos de calidad; la convivencia y los derechos humanos, y por último la mejora del autogobierno, tanto desde el punto del cumplimiento del Estatuto como mediante la renovación del mismo.