madrid - La renovación de la Ley del Concierto Económico y del nuevo sistema de cálculo del Cupo vasco es ya una realidad tangible, solo a la espera de que se publique en el Boletín Oficial del Estado. Ayer el Senado ratificó el apoyo recabado en el Congreso de los Diputados el pasado 23 de noviembre por ambas propuestas, que garantizan la paz fiscal entre Euskadi y el Estado para los próximos cinco años, por más que las coyunturas políticas pongan en tela de juicio periódicamente el sistema de financiación vasco.

En este momento el Estado vive una de esas coyunturas, con las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina y una quincena de comunidades autónomas a la espera de que el Estado se siente para acordar una solución a sus graves problemas de financiación, pendientes de abordaje desde antes de la crisis. Ciudadanos y Compromís abanderan la oposición al acuerdo sellado entre PNV y PP el pasado verano para dicha renovación, y ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, salió de nuevo en defensa de un sistema avalado por la propia Constitución Española. El Concierto y el Cupo, dijo, son “el reconocimiento de las singularidades de España”, y no un motivo de agravio ni de privilegio.

Aclaraba el ministro que la equiparación de las rentas de los ciudadanos del Estado no corresponde a los sistemas de financiación de las autonomías, llamados a pagar los servicios públicos. “No confundamos; le exigimos al sistema de financiación una capacidad que no tiene”, recalcó Montoro, que también criticó las posturas de “algunos expertos” con respecto al modelo autonómico. “Si dependiera de la financiación autonómica habríamos cosechado un fracaso formidable”, afirmó, pues tras “cuarenta años de autonomías” no se ha logrado equiparar rentas entre la ciudadanía.

A su juicio, para alcanzar dicha equiparación es necesario que “se potencie” el fondo de compensación interterritorial, informa Europa Press. Recordó además, en ese sentido, que parte del Cupo va a parar a ese fondo. Cabe recordar que uno de los argumentos contra el sistema de financiación vasco es el de que no participa de la solidaridad con otras comunidades.

Montoro se felicitó, por otra parte, por haber alcanzado el acuerdo sobre el Concierto y el Cupo antes del intenso otoño que se ha vivido en el Estado a cuenta de la crisis catalana y que, a su juicio, habría hecho imposible cerrar el pacto. Contribuyeron además a la “normalidad” de las negociaciones unos contactos que por primera se desarrollaron sin la presencia de ETA “ensombreciendo el normal entendimiento entre instituciones”.

De hecho, la renovación de unas normas recogidas expresamente en la carta magna española es para Montoro “esperanzadora casi cuarenta años después del referéndum de la Constitución”. Tras el mencionado pacto, Euskadi pasa a pagar en concepto de Cupo 1.300 millones de euros anuales hasta 2021, 225 menos que los fijados en 2007.

En todo caso, no todos los apoyos recabados son acríticos, y además los votos contrarios se defendieron con vehemencia. El senador de C’s Francisco Alegre calificó de “auténtica vergüenza” el cálculo quinquenal del Cupo porque “nadie ha sido capaz de responder de dónde salen las cifras”, pero también criticó la manera de tramitarlo de manera urgente “para hurtar un debate sosegado”.

Por su parte, el senador de Compromís Carles Mulet censuró el “pasteleo” a cambio del voto del PNV a favor de los próximos Presupuestos Generales del Estado. “Eso es más o menos un chantaje, es prevaricar en espíritu a gastar el dinero de todos a sabiendas”, reprochó, según informa Efe.

Por su parte, el senador del PP Iñaki Oyarzábal criticó la “irresponsabilidad” de Ciudadanos al intentar sembrar dudas “de un modo miserable” entre las diferentes comunidades “para ver si rasca algún voto”; y la senadora del PNV María Dolores Etxano recordó que Euskadi asume un “riesgo unilateral” con el sistema, ya que no puede recurrir a la ayuda estatal si caen los ingresos. Etxano llamó a sustraer el Concierto de la disputa partidaria.

Juan María Vázquez, del PSOE, advirtió de que la sensación de “opacidad” hace pensar en otros “acuerdos asociados, no públicos e inconfesables”, que podrían tener “contrapartidas beneficiosas” para una y otra parte; y desde Unidos Podemos, María Concepción Palencia también criticó la “opacidad” en el cálculo del Cupo, así como la postura “profundamente irresponsable e inconstitucional” de C’s. El senador de EH Bildu Jon Iñarritu, por último, atribuyó las críticas al Concierto y al Cupo al “analfabetismo foral y cuñadismo político”. El partido soberanista se abstuvo en la votación del Cupo y apoyó la del Concierto, tal y como hizo en el Congreso.